El Isuzu mu-X es un SUV al que no le faltan ventajas. Con su atractivo diseño exterior, no hay motivos para que no te guste. Aunque su motor carece de potencia, ofrece una construcción sólida y está bien equipado.
Esta última generación del mu-X, que sucede al Chevrolet Trailblazer, se basa en el chasis en escalera del popular D-Max. Y a diferencia de su predecesor, el mu-X tiene un aspecto decididamente moderno y atractivo, incluso en su versión básica, el 1.9TD LS.
En el interior, el mu-X ofrece un diseño de alta gama. La calidad de construcción es sólida, en línea con los vehículos resistentes de Isuzu, diseñados para resistir el paso del tiempo. El tablero cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas que brinda una experiencia fluida y fluida, con la capacidad de conectar un teléfono inteligente a través de Android Auto.
La ergonomía también está bien pensada, con controles de fácil acceso para controlar la distancia de estacionamiento, la tracción y el control de descenso. Los asientos, de tela y polipiel, son cómodos y se adaptan perfectamente a la forma del cuerpo.
Sin embargo, el punto débil del mu-X LS está debajo del capó. Propulsado por un motor diésel de 1,9 litros, ofrece una modesta potencia de 110 kW y un par de 350 Nm, potencia que resulta insuficiente para poner en movimiento los 1.900 kg de este SUV, lo que se traduce en una cierta lentitud en las salidas.
La dirección también carece de comunicación, lo que ofrece poca sensación al conductor. Pero hay que recordar que el mu-X nunca fue diseñado para viajes rápidos con siete pasajeros a bordo.
En términos de relación calidad-precio, el mu-X 1.9TD LS ofrece una oferta interesante por 708.000 rands. Es un poco más caro que el equivalente del Toyota Fortuner 2.4GD-6 auto 4×2 a R699,800, pero este último está empezando a envejecer. En el lado del Ford Everest, es mucho más caro, 843.300 rands, lo que hace que el mu-X LS sea más atractivo en términos de relación calidad-precio.
A pesar de las deficiencias del motor, el mu-X LS sigue siendo una opción respetable entre los SUV familiares. Es estéticamente agradable, está bien equipado (aunque no ofrece tracción total) y se diferencia de los modelos básicos de entrada ofreciendo un verdadero valor añadido.
En un mercado donde muchos modelos básicos sólo buscan atraer a los compradores hacia modelos caros, Isuzu es aplaudido por crear un producto sólido que genera un interés genuino.