La economía egipcia enfrenta tiempos difíciles, marcados por una serie de sucesivos shocks externos y tensiones geopolíticas. El Ministerio de Finanzas de Egipto, sin embargo, aseguró que el gobierno está trabajando con flexibilidad para gestionar los riesgos macroeconómicos y contener los efectos negativos de estos shocks sobre la actividad económica.
A pesar de esto, la agencia de calificación Moody’s rebajó recientemente la perspectiva de Egipto de «estable» a «negativa». Esta decisión, aunque predecible, sugiere una nueva reducción de la calificación crediticia en los próximos meses.
En respuesta a esta decisión, el Ministerio de Finanzas destacó que Moody’s no tomó en cuenta los esfuerzos actuales del gobierno. En particular, mencionó el programa de oferta pública inicial (IPO) que ayudará a cubrir las necesidades de financiación para los próximos dos años, al mismo tiempo que atraerá más inversiones y reducirá la dependencia de la financiación externa.
El ministerio también discutió las medidas tomadas para reducir la relación deuda-PIB, que actualmente se ve afectada por la inflación, las altas tasas de interés y los tipos de cambio. Dijo que el gobierno implementaría procedimientos de gestión de deuda más estrictos, incluido el establecimiento de un límite anual a las cargas fiscales para reducir la relación deuda-PIB por debajo del 85% para junio de 2028.
En cuanto al financiamiento externo del presupuesto, el gobierno indicó que ha identificado fuentes para cubrir sus necesidades hasta el final del presente año fiscal, que ascienden aproximadamente a cuatro mil millones de dólares. Egipto también se beneficia de cinco mil millones de dólares de financiación anual en condiciones favorables por parte de los bancos de desarrollo.
A pesar de estas medidas, Egipto enfrenta importantes desafíos económicos. Moody’s destaca los riesgos vinculados a la continua debilidad de la situación financiera y a la dificultad de reequilibrar la economía y el tipo de cambio. Además, el aumento de los pagos de intereses y las crecientes presiones externas complican el proceso de ajuste macroeconómico.
Ante esta situación crítica, muchos expertos piden el establecimiento de un comité de expertos respetados responsables de gestionar la crisis y proponer soluciones urgentes para reformar las políticas gubernamentales. En particular, es necesario cerrar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el mercado negro, que continúa empeorando desde hace más de tres meses sin una solución adecuada.
En resumen, Egipto enfrenta importantes desafíos económicos, amplificados por shocks externos y tensiones geopolíticas. Aunque se están haciendo esfuerzos para gestionar estos riesgos y estimular la economía, la perspectiva rebajada de la calificación crediticia de Moody’s apunta a problemas financieros continuos.. Es esencial que el gobierno tome medidas urgentes para abordar esta crisis y reformar sus políticas económicas.