Artículo: Violencia sexual en la República Democrática del Congo: un flagelo persistente que requiere medidas urgentes
En la ciudad de Bukavu, en la República Democrática del Congo (RDC), organizaciones de derechos de las mujeres están haciendo sonar la alarma sobre el alarmante aumento de las agresiones sexuales y la violencia de género. Estas preocupaciones se hacen eco del informe publicado recientemente por Ocha RDC, que documentó no menos de 2.370 casos de violencia sexual en el territorio de Fizi.
Las mujeres de Kivu del Sur, enfrentadas a numerosos desafíos, luchan por reconstruirse económicamente. Las mujeres rurales, en particular, enfrentan dificultades para vender sus productos debido a la falta de apoyo financiero. Educativamente, muchas mujeres fueron educadas en la creencia de que su lugar era exclusivamente el hogar. Las oportunidades profesionales también son limitadas para las mujeres, a pesar del artículo 14 de la Constitución congoleña que estipula su presencia en todos los niveles de la sociedad. Además, las mujeres siguen siendo consideradas objetos dentro del hogar, privadas de voz y autonomía. Lamentablemente, está claro que a pesar de las numerosas resoluciones y textos legales destinados a proteger a las mujeres, el gobierno no está lo suficientemente involucrado para poner fin a esta violencia.
Nelly Adidja, responsable de programas de la Asociación de Mujeres de los Medios de Comunicación (AFEM), pide una mayor sensibilización a todos los niveles para poner fin a esta violencia sexual y de género. Según ella, la provincia de Kivu del Sur está asolada por esta violencia que vuelve vulnerables a las mujeres. Ya sea que vayan al campo, a la escuela, al bosque o al río, las mujeres están constantemente expuestas a una deshumanización cada vez mayor. Los casos de violación de niñas muy jóvenes, incluida la violencia incestuosa, son alarmantes. Mientras que antes los atacantes eran a menudo hombres uniformados, ahora son civiles quienes cometen estos actos, aunque las motivaciones no siempre están claras. Por lo tanto, es urgente que las autoridades implementen las leyes para procesar a los perpetradores y brindar asistencia integral a los sobrevivientes.
Thérèse Mema Mapenzi, directora del centro Olame Bukavu, subraya la necesidad de actuar para castigar a todos los responsables de violaciones. La violencia sexual sigue manchando la dignidad de las mujeres y las niñas en Kivu del Sur. Aunque la situación ya no está directamente relacionada con la guerra, muchos casos de violencia son perpetrados contra menores y pequeños comerciantes, a menudo por personas conocidas de la víctima. Además, son demasiado frecuentes los casos de violencia contra mujeres y niños acusados de brujería, con consecuencias trágicas.. Es crucial garantizar que las víctimas tengan libre acceso a la justicia y a la atención médica, para romper el silencio vinculado a la falta de recursos y asistencia. Es hora de poner fin a la impunidad y ofrecer una reparación justa a los supervivientes.
Está claro que la violencia sexual en la República Democrática del Congo sigue siendo un problema persistente y urgente que requiere atención inmediata. Las autoridades deben tomar medidas concretas para combatir este flagelo, poniendo en marcha políticas de sensibilización, estructuras de asistencia y protección para las víctimas, así como procedimientos legales rigurosos contra los atacantes. Es hora de garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y poner fin a la violencia sexual en la República Democrática del Congo.