El ejercicio militar de la OTAN, Steadfast Defender 2024, que tendrá lugar en los próximos meses, es el mayor jamás organizado desde el final de la Guerra Fría. Con la movilización de 90.000 soldados, 50 buques de guerra, 80 aviones y más de 1.100 vehículos de combate, incluidos 133 tanques, este ejercicio pretende preparar a la Alianza para un conflicto de alta intensidad y disuadir cualquier posible agresión contra el flanco oriental de la OTAN.
Es interesante observar que este ejercicio es una verdadera demostración de fuerza por parte de la OTAN, que reúne un número récord de soldados desde los años de la Guerra Fría. De hecho, la última edición del ejercicio solo movilizó a 9.000 soldados, y sólo la operación “Trident Juncture” de 2018 alcanzó tal escala con sus 50.000 participantes.
Aunque la OTAN nunca menciona explícitamente a Rusia, está claro que el escenario del ejercicio simula un ataque de un «adversario de tamaño comparable» a la Alianza en su flanco oriental. Así, este ejercicio también pretende poner a prueba la solidaridad de los miembros de la OTAN y su compromiso de prestarse asistencia mutua en caso de ataque.
Otro aspecto importante del ejercicio Steadfast Defender 2024 es la coordinación entre los diferentes componentes de los ejércitos aliados. De hecho, ya no se trata sólo de una cuestión de coordinación entre el aire, la tierra y el mar, sino también de tener en cuenta las dimensiones cibernética y espacial. Esta complejidad logística, de coordinación y de comunicaciones representa un verdadero desafío para la OTAN, pero demuestra la importancia de la preparación para los conflictos modernos que tienen lugar en múltiples frentes.
Según algunos expertos, una parte del ejercicio Steadfast Defender 2024 debería tener lugar en los países bálticos, considerados el punto crítico de la OTAN. De hecho, estos países están situados cerca de Rusia y constituyen una región estratégica en términos de defensa para la Alianza.
En conclusión, el ejercicio militar de la OTAN, Steadfast Defender 2024, es una muestra de fuerza y solidaridad por parte de la Alianza. Al movilizar un número récord de soldados e incluir las dimensiones cibernética y espacial, este ejercicio tiene como objetivo preparar a la OTAN para conflictos de alta intensidad y disuadir cualquier posible agresión. También destaca la importancia de la coordinación entre los diferentes componentes de los ejércitos aliados y el papel crucial de los países bálticos en la defensa de la OTAN.