Se prevé que Burundi, una pequeña nación de África Oriental con una población de 12 millones, verá su economía expandirse un 4,3% en 2024, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta perspectiva positiva se produce después de un período desafiante marcado por crisis políticas, suspensión de la ayuda de los donantes y escasez de combustible.
Uno de los principales impulsores de este crecimiento proyectado es el fuerte sector agrícola del país. Burundi depende en gran medida de los ingresos de productos como el té y el café, que han experimentado niveles de producción sólidos. Se espera que esto, sumado a las reformas en curso y las inversiones productivas, contribuya a un panorama económico más prometedor.
En los últimos años, la economía de Burundi ha enfrentado importantes obstáculos. Tras una crisis política en 2015, se suspendió la ayuda de los donantes, lo que provocó una escasez de divisas. Esto, a su vez, exacerbó el impacto del conflicto ruso-ucraniano en 2022, lo que provocó un aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y el combustible. Sin embargo, desde entonces la Unión Europea y Estados Unidos han prometido apoyo financiero, lo que ayudará a estabilizar la situación.
A pesar de estos desafíos, Burundi ha logrado mantener cierto alivio a través de otras fuentes de ingresos. Las remesas y las exportaciones de oro han dado un impulso a las reservas de divisas del país, que ascendieron a 96,4 millones de dólares, equivalente a 0,8 meses de cobertura de importaciones, a finales de 2023.
La proyección del FMI sobre el crecimiento económico de Burundi en 2024 destaca el potencial de recuperación y desarrollo. Sin embargo, es importante ser consciente de los diversos factores que podrían afectar esta perspectiva, como las condiciones económicas globales y los acontecimientos geopolíticos.
En general, la expansión proyectada de la economía de Burundi significa una tendencia positiva para el futuro del país. Refleja la resiliencia y la determinación del pueblo de Burundi, así como el apoyo recibido de los socios internacionales. A medida que el país continúa implementando reformas e invirtiendo en sectores clave como la agricultura, tiene el potencial de lograr un crecimiento sostenible e inclusivo.