La Unión Europea anuncia sanciones contra grupos sudaneses involucrados en la guerra civil
En Sudán, se libran combates entre el ejército del general Burhan y los paramilitares del general Hamdan Daglo, también conocido como Hemedti. Mientras la violencia continúa haciendo estragos en el país, la Unión Europea ha decidido actuar imponiendo sanciones a seis grupos acusados de alimentar el conflicto.
En una declaración publicada recientemente, el Consejo Europeo anunció estas medidas restrictivas, subrayando la gravedad de la situación en Sudán. Las seis entidades objeto de las sanciones están acusadas de haber armado y financiado los dos bandos en guerra durante nueve meses.
Entre estos grupos, tres son empresas controladas por las Fuerzas Armadas Sudanesas, incluido el conglomerado Defense Industries System, que se estima que generó ingresos de alrededor de 2 mil millones de dólares en 2020, según la Unión Europea. Sudan Master Technology y Zadna International Company también destacan por su implicación en la financiación y suministro de equipamiento militar.
Las otras tres entidades sancionadas están vinculadas a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) dirigidas por el general Hemedti. Están controlados por miembros de su familia o altos cargos paramilitares y están acusados de haber participado en la financiación y el suministro de los combatientes.
Estas sanciones conllevan la congelación de activos y la prohibición de residencia en la Unión Europea para los directores de estas empresas. Esta es la primera vez que la UE toma medidas de este tipo contra empresas involucradas en el conflicto de Sudán.
A pesar de esta decisión, algunas organizaciones de derechos humanos creen que llega demasiado tarde y no es suficiente para resolver la crisis humanitaria que padecen los civiles sudaneses. Deploran la inacción de la comunidad internacional ante esta trágica situación.
La guerra civil de Sudán ha durado nueve meses y hasta ahora no se han logrado avances diplomáticos. Los combates continúan asolando el país y la población civil está pagando el alto precio de esta violencia. Por lo tanto, es crucial que a las medidas adoptadas por la Unión Europea les sigan otras acciones concretas para poner fin a este conflicto devastador y proteger las vidas de personas inocentes atrapadas allí.
El anuncio de estas sanciones es un paso en la dirección correcta, pero es imperativo que la comunidad internacional haga más para apoyar una resolución pacífica y duradera de la crisis en Sudán. Sólo un esfuerzo concertado de todas las partes interesadas puede poner fin a la violencia y garantizar la seguridad y el bienestar del pueblo sudanés.