Las relaciones entre Ruanda y Burundi vuelven a ser tensas tras las recientes declaraciones del presidente de Burundi, Evariste Ndayishimiye. Este último acusó a Ruanda de financiar y entrenar a los rebeldes del grupo RED-Tabara, lo que provocó tensiones que persisten desde que Burundi cerró todos los pasos fronterizos con su vecino.
Estas tensiones se reavivaron durante un discurso de Ndayishimiye en una conferencia de jóvenes en Kinshasa, la capital congoleña. Hizo un llamado a los jóvenes ruandeses a movilizarse contra su gobierno, diciendo que la región debe continuar luchando hasta que el pueblo ruandés ejerza presión sobre su gobierno.
Estas declaraciones han sido calificadas de «incendiarias» por las autoridades ruandesas, que creen que este llamamiento a derrocar al gobierno daña la unidad de Ruanda y amenaza la seguridad regional. En un comunicado, también denunciaron una flagrante violación de la carta de la Unión Africana, dado que Ndayishimiye hizo estas declaraciones en su calidad de defensor de la juventud, la paz y la seguridad de la Unión Africana.
El mes pasado, Burundi cerró todos los puntos de cruce con Ruanda y expulsó a ciudadanos ruandeses, en respuesta a su presunto apoyo a RED-Tabara. Este grupo rebelde se atribuyó un ataque a la aldea burundesa de Gatumba, cerca de la frontera congoleña, durante el cual murieron al menos 20 personas.
RED-Tabara, con sede en la provincia de Kivu del Sur de la República Democrática del Congo, es considerado un movimiento terrorista por las autoridades burundesas, que lo acusan de haber participado en un fallido intento de golpe de estado en 2015. Desde su creación en 2011, el grupo ha Ha sido acusado de varios ataques en Burundi.
Ruanda, por su parte, ha negado repetidamente estas acusaciones de apoyo a RED-Tabara.
Estas tensiones entre Ruanda y Burundi se suman a los conflictos esporádicos que obstaculizan la libre circulación de personas y bienes dentro de la Comunidad de África Oriental, cuyas ambiciones comerciales se ven socavadas.
Además, las autoridades congoleñas también han denunciado la agresión ruandesa en el este del Congo, donde las tropas gubernamentales luchan contra los violentos rebeldes del M23 que controlan parte del territorio. Ruanda, por su parte, niega cualquier autoridad sobre el M23.
Por lo tanto, es crucial que estas tensiones entre Ruanda y Burundi se alivien para garantizar la estabilidad de la región y fomentar una cooperación mutuamente beneficiosa dentro de la Comunidad de África Oriental.