La evolución de la industria tabacalera ha experimentado un importante punto de inflexión con la aparición de los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentados. Si bien algunos ven estas innovaciones como alternativas más saludables a los cigarrillos tradicionales, otros expresan preocupación por su impacto en la salud pública. A medida que se acerca la Décima Conferencia de las Partes (COP10) del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, surge una pregunta importante: ¿cómo deberían regularse estos nuevos productos?
Según los Institutos Nacionales de Salud, los cigarrillos electrónicos son dispositivos que funcionan con baterías que calientan un líquido para convertirlo en vapor inhalable. El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, considerado un acuerdo basado en evidencia científica, establece el derecho fundamental de todo individuo al más alto nivel posible de salud.
Sabina Jacazzi, jefa de asuntos legales del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, destacó durante una sesión informativa que los nuevos productos de la industria tabacalera se consideran productos del tabaco. Destacó las decisiones anteriores tomadas en la COP con respecto a los productos de tabaco calentado y los sistemas de administración electrónicos y sin nicotina, destacando su inclusión en el Convenio Marco de la OMS sobre Regulación de Medicamentos.
«Para conocer las últimas evidencias científicas y recomendaciones de políticas sobre estos productos, les recomiendo encarecidamente que consulten los informes (de la OMS y de la Secretaría del Convenio) que se considerarán en la COP10, disponibles en línea», explicó Jacazzi.
Por lo tanto, es esencial tener en cuenta nuevos datos científicos y recomendaciones políticas al regular estos nuevos productos de tabaco. Asegurando un control estricto de su producción, comercialización y uso, será posible garantizar la protección de la salud pública y prevenir cualquier uso indebido.
La COP10 brinda una oportunidad única para discutir estos temas cruciales y encontrar soluciones apropiadas. Es esencial que los formuladores de políticas, los expertos en salud y los representantes de la industria tabacalera trabajen juntos para desarrollar regulaciones efectivas que garanticen la seguridad del consumidor y reduzcan los riesgos potenciales para la salud.
En conclusión, la aparición de los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentados plantea importantes desafíos regulatorios. La COP10 será una plataforma importante para discutir estos temas y encontrar soluciones que protejan la salud pública y al mismo tiempo permitan la innovación en la industria tabacalera.. Es esencial que todas las partes interesadas trabajen juntas para implementar regulaciones efectivas adaptadas a estos nuevos productos.