Operación de búsqueda de bandidos en Kinshasa para reducir la delincuencia – Se cierra la oficina de agentes del servicio de inteligencia «Oficina 2»
La cuestión de la delincuencia en Kinshasa es una gran preocupación para las autoridades. Para responder a las quejas de la población y reducir la tasa de criminalidad, la comisaría provincial lanzó recientemente una operación para localizar a los bandidos en la capital congoleña.
Según el subcomisario de división, Blaise Kilimbalimba, esta operación tuvo como objetivo, en particular, la oficina de agentes de inteligencia conocida como “Oficina 2”. Esta oficina estaba destinada a recopilar información e investigar actividades delictivas, pero parece haber sido utilizada indebidamente, generando preocupación entre la población.
El subcomisario de división dejó clara su posición: «Los servicios de la Oficina 2 no tienen cabida aquí. Deben desarrollar sus actividades en otro lugar, pero no en una oficina estatal. Es inaceptable torturar o matar a personas en tal contexto. La policía están ahí para proteger a la población y sus propiedades, no para permitir tales acciones».
Ante esta situación, se ordenó al Comisionado Urbano del municipio de Kalamu que cerrara la oficina de la Oficina 2 y asignara un oficial de policía allí. Esta decisión tiene como objetivo reforzar la presencia policial y garantizar que no se pueda cometer ningún delito impune.
Además de esta operación para localizar a los bandidos, la policía nacional congoleña también persiguió a los delincuentes comúnmente conocidos como «Kuluna», así como a otros presuntos delincuentes. El objetivo es restablecer la seguridad en la capital y tranquilizar a la población sobre los esfuerzos realizados para luchar contra la delincuencia.
Esta operación de búsqueda de bandidos y el cierre de la Oficina 2 son medidas importantes para hacer frente a la delincuencia en Kinshasa. Sin embargo, es fundamental poner en marcha estrategias integrales y sostenibles para garantizar la seguridad de la población en el largo plazo. La cooperación entre la policía, las autoridades locales y la comunidad es esencial para prevenir y combatir eficazmente la delincuencia.