Las mujeres y niñas de Gina, localidad del territorio de Djugu en la República Democrática del Congo, se enfrentan a una situación alarmante. Según la Asociación de Mujeres y Niñas de Gina, en 2023 se denunciaron al menos 6 casos de violación en los cinco sitios de desplazamiento de esta región. Las víctimas de estas atrocidades, la mayoría de las cuales son menores, a menudo se ven obligadas a prostituirse.
La presidenta de la asociación, Honorine Nzalema, expresó su indignación por esta degradación moral que abunda en el grupo de Gina. Denuncia las escenas eróticas entre jóvenes adolescentes, que realizan actos sexuales en el campo o en casas abandonadas. Además, también se denuncian abusos sexuales a niñas menores de edad, donde los adultos se aprovechan de su vulnerabilidad a cambio de sumas ínfimas.
Ante esta situación, Honorine Nzalema pide al gobierno que intervenga y restablezca la paz en la región. Subraya la importancia de permitir que las familias desplazadas por la guerra regresen a sus pueblos de origen, para recuperar cierta estabilidad y seguridad.
El grupo Gina tiene más de 10.000 personas desplazadas, repartidas en cinco sitios. Es urgente actuar para poner fin a estos actos de violencia y proteger a la población vulnerable, en particular a las mujeres y las niñas. Es necesario implementar medidas de prevención, educación y sensibilización, en colaboración con las autoridades locales, las organizaciones humanitarias y la sociedad civil, para combatir esta violencia sexual y promover el respeto de los derechos fundamentales de cada individuo.
Es fundamental apoyar iniciativas destinadas a fortalecer la protección de las mujeres y las niñas, promover la igualdad de género y garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual. La sociedad en su conjunto debe darse cuenta de la importancia de combatir este abuso y crear un entorno seguro y respetuoso para todos.
Es hora de actuar y hacer escuchar las voces de las víctimas. La lucha contra la violencia sexual debe ser una prioridad para la comunidad internacional, los gobiernos locales y la sociedad civil. Juntos podemos ayudar a poner fin a estas atrocidades y construir un futuro mejor para todos.