El cine francés es conocido por su exploración de las diferentes realidades de la sociedad. Entre los temas que se discuten a menudo, ocupa un lugar importante el de la agricultura francesa y sus condiciones de vida. Sin embargo, la última película de Gilles Perret, «La Ferme des Bertrand», ofrece una perspectiva diferente al contar la historia de una familia de productores de leche que supo adaptarse a los cambios del mundo rural a lo largo de tres generaciones.
Mientras los agricultores franceses se manifiestan contra los impuestos, la caída de los ingresos y el peso de las normas, el documental de Gilles Perret destaca una agricultura viable y respetuosa con el medio ambiente. El objetivo no es minimizar las dificultades que encuentran otros operadores, sino más bien mostrar que es posible una transición exitosa a la modernidad.
La película comienza presentándonos a los tres hermanos Bertrand, sin camisa, trabajando duro para construir los cimientos de su sala de ordeño. Estas imágenes en blanco y negro, que datan de 1972, dan testimonio del trabajo y la frugalidad que caracterizan la vida de los agricultores. Veinticinco años después, Gilles Perret se reencuentra con ellos para mostrarles la evolución de su explotación y los retos que han tenido que afrontar.
Al pasar la granja a una tercera generación, los hermanos Bertrand dejaron atrás un negocio exitoso, pero a costa de un gran sacrificio humano. Tuvieron que dejar de lado sus aspiraciones personales para dedicarse a su tierra y a su ganado. Sin embargo, a lo largo del viaje de los Bertrand, vemos que fueron necesarias tres generaciones para finalmente encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar.
El documental también destaca los avances tecnológicos que han permitido a los agricultores afrontar los desafíos del cambiante mundo rural. Se presenta una nueva máquina de ordeño como el nuevo «reemplazo» de Hélène, que aliviará el trabajo de su hijo. Esta visión de la agricultura moderna y tecnológica está ahí para provocar al espectador y mostrar que la adaptación a las nuevas realidades es necesaria para que la agricultura siga siendo viable.
Al destacar una historia de éxito y adaptación, “La Ferme des Bertrand” ofrece una nueva mirada al mundo agrícola francés. La película muestra que es posible conciliar tradición y modernidad, respetando el medio ambiente y garantizando la sostenibilidad de las explotaciones. Una perspectiva inspiradora mientras los agricultores franceses atraviesan un período de crisis y cuestionamientos.