El aumento de la inseguridad en la ciudad de Kimpese, en el territorio de Songololo, en la provincia de Kongo-Central, en la República Democrática del Congo (RDC), está provocando una profunda preocupación. En tan solo una semana, nada menos que cuatro centros de salud fueron víctimas de robos perpetrados por bandidos armados, que derivaron en violencia contra el personal sanitario y robo de dinero y dispositivos médicos.
Trésor Butandu, primer vicepresidente de la sociedad civil local, destaca la inacción de los servicios de seguridad en la región, lo que ha llevado a la población a obtener armas de fuego caseras para garantizar su autodefensa. Según él, los delitos aumentan cada noche y las intervenciones policiales suelen llegar tarde.
Los ataques más impactantes tuvieron lugar la noche del miércoles 17 al jueves 18 de enero de 2024. Se visitaron varios hospitales, entre ellos el centro médico La Famille y el centro médico CBCO, situados respectivamente en los distritos 4 IME y 3 de la Avenue Madiadia. Estos centros de salud han sido escenario de violencia contra el personal sanitario, con enfermeras embarazadas golpeadas y grandes robos de dinero. También se llevaron dispositivos médicos, como microscopios y medicamentos.
Durante la noche del jueves al viernes 19 de enero de 2024, otros hospitales fueron el objetivo de estos bandidos. No sólo robaron cajas fuertes, objetos de valor de pacientes y dispositivos médicos, sino que también atacaron una panadería local antes de huir.
Ante esta alarmante situación, el personal sanitario de Songololo organizó una marcha pacífica para expresar su hartazgo. Médicos, enfermeras y otros trabajadores sanitarios han pedido a las autoridades que tomen medidas más enérgicas para garantizar la seguridad de los centros sanitarios y su personal.
Es fundamental encontrar soluciones rápidas para poner fin a esta ola de inseguridad que amenaza la vida de los profesionales de la salud y compromete el acceso a la atención médica de la población de Kimpese. La colaboración entre los servicios de seguridad, la sociedad civil y las partes interesadas en la salud es necesaria para implementar medidas efectivas de prevención y protección.
Mediante una mejor coordinación de esfuerzos, será posible restablecer la confianza en el sistema sanitario y garantizar la seguridad de los pacientes y del personal sanitario. Combatir la inseguridad debe ser una prioridad absoluta, para que los centros de salud puedan seguir desempeñando su papel esencial en la sociedad y brindar atención de calidad a quienes la necesitan.