El 7 de febrero de 2024, el vicepresidente viajó a Costa de Marfil para asistir a la semifinal entre las Super Águilas de Nigeria y los Bafana Bafana de Sudáfrica. Acompañada de algunos gobernadores y funcionarios, subió a las gradas del Stade de la Paix de Bouaké para vivir un partido apasionante.
El partido terminó con un marcador de un gol en todos lados después de los 90 minutos y la prórroga, lo que obligó a los dos equipos a decidir en la tanda de penaltis.
Había mucho en juego para ambas naciones, y esto se sintió sobre el terreno. Los ataques se sucedieron, pero las defensas consiguieron repeler todos los ataques lanzados.
Sudáfrica creó algunas situaciones peligrosas, pero no supo aprovechar sus oportunidades contra el portero de las Super Eagles, Stanley Nwabali, quien hizo dos paradas decisivas en la primera mitad.
Los nigerianos, por su parte, mostraron algunos destellos de genialidad en ataque, pero no lograron poner realmente en peligro a Ronwen Williams, el portero sudafricano. El marcador se mantuvo así hasta el descanso, con los dos equipos neutralizándose.
Al regresar del vestuario, las Súper Águilas se adelantaron y rápidamente pusieron en aprietos a sus rivales, pero sin lograr crear verdaderas ocasiones claras. Fue en ese momento cuando el técnico nigeriano José Peseiro hizo dos cambios decisivos, incorporando a Alhassan Yusuf y Samuel Chukwueze por Alex Iwobi y Moses Simon.
Esta reorganización tuvo un impacto real en el juego del equipo. Chukwueze, junto con su compañero de equipo de la Serie A Victor Osimhen, logró entrar en el área penal sudafricana y ganó un penalti tras una falta de Mothobi Mvala. El capitán del equipo, William Troost-Ekong, convirtió el gol y dio la ventaja a las Super Eagles.
Nigeria podría haber ampliado la brecha, pero no logró aprovechar sus oportunidades. Ademola Lookman perdió notablemente una oportunidad al intentar driblar a Williams después de un magnífico pase de Chukwueze.
El equipo nigeriano buscó duplicar la ventaja en el minuto 85 cuando Osimhen empujó el balón hacia la red tras un centro perfecto de Bright Osayi-Samuel. Lamentablemente, tras consultar al VAR, se concluyó que Yusuf había cometido una falta en el área penal sudafricana al inicio de la acción y, por tanto, el árbitro anuló el gol.
Los Bafana Bafana lograron empatar y forzar la prórroga gracias a un penalti transformado por Teboho Mokoena. Luego ambos equipos lo dieron todo para intentar encontrar el gol en la prórroga, pero ninguno de los dos lo consiguió. Por tanto, se tomó la decisión sobre las sanciones.
Y fue Stanley Nwabali quien demostró ser el héroe de la sesión, deteniendo dos tiros sudafricanos. Las Súper Águilas ganaron 4-2 en penales y aseguraron su lugar en la final.
Esta victoria marca un momento histórico para la selección nigeriana, que tendrá la oportunidad de conquistar el título continental. Las Súper Águilas demostraron su determinación y solidez defensiva a lo largo de este intenso partido. Ahora tendrán la oportunidad de competir por la gloria contra otra gran nación africana. Su viaje hasta ahora ha sido alentador y los aficionados esperan con ansias la próxima final. Su aventura en esta apasionante competición está lejos de terminar.