Título: El aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal: una decepción y un llamado a la movilización
Introducción :
Continuando con el artículo anterior, volvemos a la candente noticia en Senegal, marcada por el aplazamiento de las elecciones presidenciales. Este aplazamiento provocó una profunda decepción entre la población y dio lugar a llamamientos a la movilización de la sociedad civil. En este artículo analizaremos las reacciones de los senegaleses ante esta decisión y las acciones previstas para restablecer el proceso electoral.
La aparente calma esconde la decepción:
A pesar de la calma que reina en las calles de Dakar, la decepción es palpable entre los senegaleses. Muchos consideran este aplazamiento como un abuso de poder por parte del presidente Macky Sall y expresan su deseo de cambio. Ya sea en la avenida George Pompidou, donde los transeúntes discuten las portadas de los periódicos dedicados al acontecimiento, o en el barrio de Plateau, donde se reivindica el apoyo al opositor Ousmane Sonko, el deseo de que la alternancia se haga realidad es compartido.
Llama a la movilización de la sociedad civil:
Ante este aplazamiento, la sociedad civil senegalesa no se quedó callada. Un colectivo que reúne a unas cuarenta organizaciones celebró una rueda de prensa para anunciar una serie de próximas movilizaciones. Están previstas acciones en mezquitas, iglesias y escuelas, y también se considera la posibilidad de una huelga. Todas estas acciones tienen el mismo objetivo: restablecer el proceso electoral y permitir que la votación se celebre en la fecha inicialmente prevista.
La paciencia de los senegaleses puesta a prueba:
A pesar de la determinación mostrada por la sociedad civil, algunos senegaleses se mantienen cautelosos. Están a la espera de los resultados de los recursos presentados ante el Consejo Constitucional y el Tribunal Supremo. Sin embargo, surge una certeza: para ellos, a partir del 2 de abril, fecha del final del mandato presidencial, Macky Sall ya no será considerado un presidente legítimo. Esta paciencia puede explicarse por la violenta represión que siguió a las protestas del año pasado, así como por las medidas restrictivas adoptadas por el gobierno para prohibir las manifestaciones.
Conclusión :
El aplazamiento de las elecciones presidenciales en Senegal ha provocado una profunda decepción entre la población, que aspira a un verdadero cambio político. Ante esta situación, la sociedad civil se está movilizando y organizando acciones para restablecer el proceso electoral. Sin embargo, es necesario actuar con cautela y los senegaleses están a la espera de los resultados de los recursos presentados. En cualquier caso, una cosa es cierta: el deseo de que se produzca la alternancia es fuerte y no se verá sofocado por este aplazamiento.