“Violencia en el Congo: los rebeldes del M23 atacan una comunidad cerca de Goma, la situación humanitaria se deteriora”

Los rebeldes del M23 están atacando una comunidad en las afueras de la ciudad más grande del este del Congo, Goma, según residentes que huyen de la zona. Sin embargo, los rebeldes dicen que no tienen intención de recuperar el control de la ciudad. El grupo rebelde, vinculado a la antigua Ruanda, habría detonado explosivos en Sake, ciudad situada a 27 kilómetros de Goma, provocando la huida de los residentes.

Cientos de personas, que transportan colchones, bebés y otros bienes, huyen de los combates entre los rebeldes y las fuerzas de seguridad. Los residentes de Sake dicen que los rebeldes han cortado la carretera que une Goma con la provincia de Kivu del Sur a través de Minova. Un trabajador humanitario en Sake informó de la muerte de otro trabajador humanitario en los atentados y pidió ayuda urgente.

La población de Sake, estimada en un 70%, ha huido hacia Goma mientras los rebeldes continúan su avance. El líder de la sociedad civil Leopold Muisha dijo que cuatro personas habían muerto y otras 25 habían resultado heridas en los últimos días. La situación se volvió cada vez más peligrosa y los rebeldes se acercaban cada vez más a Sake.

La región oriental del Congo ha sido durante mucho tiempo escenario de violencia perpetrada por más de 120 grupos armados que buscan apropiarse de los recursos naturales de la región, en particular el oro. Estos actos de violencia han aumentado dramáticamente en las últimas semanas. Muchos grupos armados han intensificado sus ataques contra la población civil y están tratando de tomar el control de nuevos territorios, mientras las Naciones Unidas y las fuerzas regionales de mantenimiento de la paz comienzan a retirarse a petición del gobierno congoleño. Las fuerzas de paz han sido criticadas por no proteger a los civiles.

El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, reelegido en diciembre, lucha por poner fin a la violencia a pesar de sus promesas. Acusa a la vecina Ruanda de apoyar militarmente a los rebeldes del M23, acusación apoyada por expertos de las Naciones Unidas pero negada por Ruanda.

Mientras tanto, en la provincia norteña de Ituri, rebeldes vinculados al Estado Islámico atacaron las aldeas de Manziya y Banzunzuwa, matando al menos a 13 personas y dejando a varias más desaparecidas, según Kitsa Masikini, líder del grupo de la sociedad civil Ituri.

Esta situación violenta ha creado una de las mayores crisis humanitarias del mundo, con al menos 6,9 millones de personas desplazadas sólo en octubre. Muchas de estas personas desplazadas viven en zonas remotas de las provincias de Kivu del Norte e Ituri, donde el acceso a la ayuda humanitaria es limitado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *