El flagelo de las expulsiones en Angola sigue afectando a muchas personas en la región de Kamako, en la provincia de Kasai. Las fuerzas de la sociedad civil de esta región lanzan un llamamiento urgente para que se emprendan acciones humanitarias en ayuda de los expulsados que presenten signos de enfermedad.
El abad Trudon Keshilemba, coordinador de las fuerzas de la sociedad civil de Kamako, da la voz de alarma sobre la crítica situación en la que se encuentran estos expulsados. Según él, la ciudad de Kamako está actualmente superpoblada y acogió a más de 1.573 personas expulsadas y 430 retornados voluntarios durante el período comprendido entre el 7 de enero y el 7 de febrero de 2024. Lamentablemente, hasta el momento no se ha emprendido ninguna acción humanitaria.
Entre estos expulsados se observaron numerosos casos de enfermedad. Algunos sufren de fiebre y diarrea, mientras que otros tienen llagas graves. Por lo tanto, es urgente implementar medidas de emergencia para brindar asistencia humanitaria a estas personas vulnerables.
Se hace un llamado a los gobiernos central y provinciales, así como a los organismos nacionales e internacionales, para que intervengan rápidamente y brinden apoyo en esta crítica situación. El objetivo es proporcionar alojamiento, atención médica y asistencia para paliar la precaria situación en la que se encuentran estos desalojados.
La ciudad de Kamako, situada a 150 kilómetros de la localidad de Tshikapa, se enfrenta a un desafío humanitario de gran escala. Es esencial que se tomen medidas rápidamente para evitar un deterioro de la situación y garantizar la seguridad y el bienestar de estos deportados.
Al concluir este artículo, es importante recordar que la solidaridad y la acción humanitaria son esenciales para enfrentar las crisis humanitarias. Trabajando juntos, podemos llevar alivio y esperanza a quienes más lo necesitan.