La vida cotidiana en Freetown, la capital de Sierra Leona, suele ser sinónimo de caos y estrés durante las horas pico. Las calles suelen estar congestionadas y hay que luchar para encontrar transporte para llegar al trabajo o a casa. A diferencia de las ciudades desarrolladas donde el transporte público es una combinación de metro, tranvía, tren y autobús, Freetown depende totalmente del transporte por carretera.
Los minibuses de 14 plazas son el medio de transporte más habitual. Son populares por sus precios asequibles, pero sin carriles exclusivos, son extremadamente lentos y suponen un peligro en las carreteras. Se prefieren los mototaxis por su capacidad para sortear el tráfico.
«Nos enfrentamos a muchos desafíos, especialmente viniendo de Wilberforce [un barrio al oeste de Freetown]», dijo Theresa Komba, una estudiante. «A menudo tengo problemas para llegar a tiempo a clase. El primer timbre suena a las 7:30 y cuando llego ya son las 9:00, lo que me hace perder mi primera clase», añade.
Para modernizar el transporte público, Freetown adquirió recientemente 50 autobuses como parte del proyecto de Movilidad Urbana Integrada y Resiliente, en colaboración con el Banco Mundial y el Gobierno de Sierra Leona. Ya se han puesto en servicio 42 autobuses.
Alpha Amadu Bah es el presidente del Sindicato de Trabajadores y Conductores del Transporte. En una reunión reciente con miembros del sindicato, dijo que había muy pocos autobuses para marcar una diferencia real. «50 autobuses y otros 50 más no serán suficientes para transportar personas de un lugar a otro», afirmó Bah.
El Departamento de Transporte dijo que está explorando otras soluciones para aliviar la crisis del transporte público de la capital. Algunas de las medidas que se están considerando incluyen cambios en las tarifas que pagan los pasajeros.
El Ministerio de Transportes ha tomado nota de las dificultades y está buscando soluciones alternativas para resolver este problema. «Así que vamos a implementar una tarifa fija por el momento, pero eventualmente nos aseguraremos de actualizar el sistema para que las tarifas se calculen en función de la distancia recorrida», dijo Chernoh Jalloh, ingeniero de proyecto de movilidad urbana integrada y resiliente.
Por lo tanto, Freetown se enfrenta a un gran desafío a la hora de modernizar y mejorar su transporte público. Se están explorando numerosas medidas para encontrar soluciones efectivas y sostenibles, con el fin de hacer la vida más fácil a los residentes y aliviar la congestión en las calles de la capital de Sierra Leona.