Los acontecimientos actuales en la República Democrática del Congo están marcados por la intensificación de la violencia en la parte oriental del país. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) publicó recientemente una declaración en la que deplora los enfrentamientos armados en Sake, en Kivu del Norte, y su impacto en las poblaciones civiles.
Los enfrentamientos del 7 de febrero entre las Fuerzas Armadas Congolesas (FARDC) y el Movimiento 23 de Marzo (M23) provocaron la afluencia de 58 personas heridas por armas, entre ellas 31 civiles, al hospital CBCA Ndosho de Goma. Esta afluencia duplicó la capacidad máxima de recepción del servicio de heridos apoyado por la Cruz Roja.
El Comité Internacional de la Cruz Roja destaca que esta creciente violencia pone en peligro a las poblaciones civiles y a las estructuras sanitarias de la región. Están llegando grandes cantidades de heridos por armas y las instalaciones médicas están saturadas. Las capacidades de acogida están ampliamente superadas y los recursos médicos son limitados.
El CICR recuerda la importancia de proteger a los civiles según el derecho internacional humanitario. Se deben tomar precauciones para minimizar las víctimas civiles y los daños a la propiedad civil. También deben respetarse y protegerse las instalaciones médicas, las ambulancias y el personal sanitario.
Las dificultades en el acceso humanitario complican aún más la situación. Los combates obstaculizan o incluso imposibilitan la entrega de ayuda, en particular suministros médicos, a las zonas sin litoral. Las poblaciones afectadas por el conflicto están angustiadas y a menudo privadas de acceso a la atención sanitaria.
Garantizar un acceso humanitario seguro es esencial para satisfacer las crecientes necesidades de las poblaciones afectadas por conflictos. Se necesita una acción concertada para poner fin a esta espiral de violencia y proteger a los civiles que siguen sufriendo las consecuencias de estos enfrentamientos armados.
En conclusión, la violencia en el este de la República Democrática del Congo está provocando graves consecuencias para las poblaciones civiles. Las instalaciones médicas están abrumadas y los recursos son limitados. Existe una necesidad urgente de actuar y garantizar un acceso humanitario seguro para satisfacer las necesidades de las poblaciones afectadas por este conflicto. La protección de los civiles y el respeto del derecho internacional humanitario deben seguir siendo el centro de las preocupaciones.