En Chad, la doctora Aleksandra Kuligowska, médica de origen polaco, fue secuestrada el viernes 9 de febrero por un grupo de «bandidos» en la provincia de Tandjilé, en el sur del país. Este secuestro causó gran preocupación tanto en Polonia como en Chad y requirió una operación de rescate para liberar al médico.
La búsqueda estuvo dirigida personalmente por el ministro chadiano de Seguridad Pública, Mahamat Charfadine Margui. En colaboración con las fuerzas francesas estacionadas en Chad, pudieron localizar el lugar donde se encontraba detenido el joven médico. Fue en el pueblo de Chirack, en el corazón de un gran bosque situado a unos sesenta kilómetros de Donomanga, donde los secuestradores habían establecido su guarida.
La operación de rescate se produjo ayer por la tarde cuando la policía rodeó la casa donde se encontraba la polaca. Tres de los secuestradores intentaron huir disparando contra el helicóptero que sobrevolaba la zona, pero fueron «neutralizados», según el ministro chadiano de Seguridad Pública. Finalmente, el médico fue dado de alta ileso.
La noticia de su liberación fue anunciada por el Ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, quien también agradeció a las fuerzas locales y a los aliados franceses por su acción. Sin embargo, los detalles de las condiciones de su liberación siguen sin estar claros.
La médica voluntaria fue encontrada traumatizada después de cuatro días de cautiverio, pero se encuentra en buen estado de salud, según las autoridades chadianas. Fue evacuada a Yamena, la capital, para recibir primeros auxilios antes de regresar a su país de origen, Polonia.
Este secuestro genera preocupación por la seguridad de los civiles en esta región donde bandidos armados frecuentemente secuestran personas a cambio de rescates. Sin embargo, el Dr. Carlos Salgado, que fue secuestrado con el médico polaco pero logró escapar de los secuestradores, sigue decidido a continuar su trabajo y servir a la población chadiana.
Esta exitosa liberación tras una operación de rescate es una buena noticia para la médica polaca, su familia y todos los que se movilizaron para encontrarla. Sin embargo, también destaca los desafíos que enfrentan los trabajadores humanitarios que trabajan en áreas de alto riesgo.