Los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Congolesas (FARDC) y los terroristas del M23 continúan sacudiendo la provincia de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo. Desde el 2 de febrero se desarrollan violentos enfrentamientos en el territorio de Rutshuru, más precisamente en las zonas sanitarias de Bambo y Birambizo.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), esta violencia ya ha provocado el desplazamiento de más de 71.000 personas de la zona de Katsiru a las localidades vecinas de Nyarubande, Kihondo y Nyanzale, entre otras. Entre estos desplazados, hay alrededor de 32.000 personas que ya se habían visto obligadas a desplazarse entre noviembre de 2023 y enero de 2024.
Ante esta situación de emergencia, muchas organizaciones humanitarias están presentes sobre el terreno, especialmente en Kiwanja y Bwito. ONG internacionales como Médicos Sin Fronteras, Heks EPER, World Relief, Solidarité Internationale, Concern Worldwide, World Vision y Action Contre la Faim, en colaboración con organizaciones nacionales asociadas, están trabajando para satisfacer necesidades prioritarias como alimentos, atención primaria de salud y alojamiento. .
Lamentablemente, esta crisis humanitaria está empeorando con la llegada continua de nuevos desplazados a la zona sanitaria de Kibirizi. Esto empeora una situación ya de por sí terrible, exacerbando las necesidades urgentes de la población.
Una reciente misión de evaluación rápida llevada a cabo por actores humanitarios identificó alrededor de 188.000 personas desplazadas en varias localidades del grupo Kanyabayonga. Estas personas huyeron de los enfrentamientos armados en las jefaturas de Bwito y Bashali entre octubre de 2023 y principios de febrero. Su necesidad de asistencia es extrema, especialmente en materia de alimentos, artículos domésticos esenciales y atención sanitaria.
Esta crisis humanitaria en la República Democrática del Congo pone de relieve la urgencia de una respuesta internacional para ayudar a las poblaciones afectadas por los enfrentamientos entre las FARDC y los terroristas del M23. Los socios humanitarios están movilizados sobre el terreno, pero es crucial que la comunidad internacional brinde apoyo adicional para satisfacer las necesidades inmediatas de estas personas desplazadas.
La situación en la República Democrática del Congo es un recordatorio conmovedor de la realidad de muchos países en conflicto, donde civiles inocentes están atrapados en la violencia y el desplazamiento forzado. Es esencial seguir creando conciencia y tomando medidas para poner fin a esta violencia y ayudar a las personas a reconstruir sus vidas en condiciones de seguridad y estabilidad.