El distrito de Salongo se enfrenta actualmente a una sorprendente paradoja. A pesar de la presencia de cuatro cabinas eléctricas, sus habitantes se encuentran sumidos en una oscuridad total. Indagando un poco, salen a la luz revelaciones impactantes sobre las prácticas fraudulentas llevadas a cabo por ciertos actores locales.
Parece que los responsables del centro CVS Kinshasa, más concretamente los del punto de recogida Kingbwa 2, cabina 917-04, están en connivencia con equipos de conexión locales y agentes comerciales para orquestar la venta ilegal de salidas individuales. Estas salidas tienen precios desorbitados que oscilan entre los 2000 y los 2500 dólares. Este oscuro comercio crea una cruel división dentro de la comunidad, donde sólo unas pocas parcelas se benefician de un suministro eléctrico estable, dejando a otras en la oscuridad.
En un barrio con casi un centenar de calles, cada una compuesta por 60 parcelas, esta acción fraudulenta permite a la agencia local apropiarse de sumas astronómicas. Se estima que SNEL pierde así el equivalente a 12 millones de dólares. Estas prácticas corruptas no sólo privan a los residentes de Salongo de sus derechos fundamentales, sino que también socavan los considerables esfuerzos realizados por el Director General Fabrice Lusinde para rehabilitar SNEL y proporcionar un servicio eléctrico fiable a la población.
Según los rumores que circulan, el Sr. SEM Lusinga, jefe del servicio técnico (Kingabwa TP), está en connivencia con estas prácticas escandalosas. En lugar de actuar sobre el terreno para comprender realmente lo que está sucediendo, se limita a beber vino delante de su oficina, según testimonios recogidos de vecinos del barrio de Salongo.
El técnico Botuli y el agente comercial Blanchard serían los principales ejecutores de esta empresa expoliadora. Organizaron los equipos de conexión local, y parece que una conexión desde una sola salida se puede negociar por hasta 250 dólares, según algunas cuentas. Ante esta repugnante situación, es imperativo que las autoridades del SNEL reaccionen.
Esta situación pone de relieve las profundas fallas del sistema y revela el alcance de las prácticas maliciosas que socavan los cimientos mismos del barrio. Es esencial arrojar luz sobre estos oscuros esquemas y tomar medidas drásticas para ponerles fin. La lucha contra la corrupción y la malversación de fondos sólo puede ganarse mediante un deseo colectivo de transparencia, integridad y rendición de cuentas.
En conclusión, es urgente que las autoridades competentes investiguen estas prácticas fraudulentas y tomen las medidas adecuadas para restablecer la justicia en el distrito de Salongo. El respeto a los derechos de los ciudadanos y la transparencia en la administración de los recursos deben ser los pilares de una sociedad justa y próspera.