Invertir en arte: un valor incierto pero prometedor
Invertir en arte puede parecer un negocio arriesgado porque, a diferencia de los mercados financieros más tradicionales, el valor del arte no puede cuantificarse fácilmente. Sin embargo, para los nuevos coleccionistas que buscan diversificar su cartera de inversiones y al mismo tiempo apoyar a los artistas africanos emergentes, esta puede ser una oportunidad emocionante.
El mercado del arte es complejo y su valor suele estar dictado por las tendencias, la moda y la voluntad de los ricos de gastar en una obra determinada. Los precios del arte también pueden verse afectados por los altos costos, como las tarifas de adquisición y los seguros. Sin embargo, a pesar de esta complejidad, es posible analizar el mercado del arte y evaluar los riesgos potenciales.
Los coleccionistas se pueden dividir en dos categorías principales: «coleccionistas puros» y «especuladores puros». Los coleccionistas puros compran arte por su valor intrínseco, estético y prestigioso, mientras que los especuladores están motivados principalmente por las ganancias.
Los estudios que comparan los mercados de valores y de arte muestran una estrecha correlación entre ambos. Cuando el mercado de valores sube, el mercado del arte generalmente experimenta un auge. Sin embargo, el arte no lidera el mercado, sino que lo sigue. Por tanto, es importante tener en cuenta las fluctuaciones de los mercados financieros a la hora de tomar decisiones de inversión en arte.
Al analizar el mercado del arte en sí, es interesante observar que las ventas mundiales en subastas de artistas africanos contemporáneos experimentaron una disminución del 8,4% el año pasado en comparación con el año anterior. Sin embargo, algunos grandes artistas africanos han visto un aumento significativo en sus precios de venta, con un aumento del 201% para las obras de Marlene Dumas y del 129% para las de Julie Mehretu. Por otro lado, algunos artistas contemporáneos más consagrados han experimentado una caída en el precio de sus obras.
Para quienes estén considerando revender sus adquisiciones artísticas, existen plataformas y casas de subastas especializadas para facilitar este proceso. Por ejemplo, la casa de subastas africana Strauss & Co registró un aumento del 2% en su facturación el año pasado, a pesar de las incertidumbres geopolíticas y económicas globales. Al atraer el interés de nuevos compradores de 35 países diferentes, su mercado es más estable, porque aunque la economía local experimente fluctuaciones, su base de clientes internacionales continúa comprando obras.
En última instancia, la decisión de invertir en arte depende de los objetivos y preferencias de cada inversor. Para quienes buscan ganancias rápidas, el mercado del arte africano puede ser arriesgado. Sin embargo, para quienes están dispuestos a realizar inversiones a más largo plazo y valoran poseer arte, puede ser un activo rentable. Es importante considerar los riesgos potenciales, monitorear de cerca las fluctuaciones del mercado y diversificar su cartera de inversiones.
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