En una medida sin precedentes, la vicegobernadora Monisade Afuye ordenó las medidas punitivas durante una reunión con una delegación comunitaria en Ado-Ekiti. Destacó la importancia de que los titulares de títulos de cacicazgo sean prudentes en sus acciones y comprendan que deben ser pacificadores. Dijo que el gobernador Biodun Oyebanji era un promotor de la paz y no permitiría que nadie perturbara ninguna comunidad bajo ningún pretexto.
La directiva se produjo tras la mediación del gobierno sobre una carta de protesta escrita por Abel Olorunsogo de la familia Ayauna del distrito de Iworo, acusando al Olumuo de Omuo-Ekiti, Oba Noah Omonigbehin, de impedir que la familia asumiera la posición que le correspondía entre las dinastías reales titulada para ocupar este codiciado asiento.
En su petición, Olorunsogo se refirió a una sentencia del Tribunal de 1999 que establecía que sólo tres familias tenían el derecho exclusivo al asiento real en un orden de sucesión, a diferencia de las cuatro reclamadas por el consejo de Omonigbehin.
Sin embargo, el Vicegobernador falló a favor del peticionario y ordenó a Oba Omonigbehin iniciar el proceso para la instalación de un nuevo Aro de la dinastía Ayaro del distrito de Iworo. Ella aconsejó a Olomuo que se adhiriera estrictamente a la rotación que favorecía a la dinastía Ayaro para el título, en interés de la posteridad y la paz.
Al imponer sanciones al jefe Faluyi, la señora Afuye señaló que esta acción punitiva sirvió como disuasivo para algunos jefes que tenían la costumbre de dividir el trono contra su gobernante tradicional. Ella ordenó la retención del salario del Jefe Faluyi hasta que acepte un acuerdo completo con Olomuo sobre el caso.
También señaló que las cuatro familias que constituyen el barrio de Iworo acordaron en 1999 que el puesto de Aro debería asignarse en rotación según las familias Ayaro, Ayauna, Ayagbolu y Ayaasun. Dado que el último ocupante del asiento era de la familia Ayaasun, ahora le corresponde a la familia Ayaro elegir al próximo ocupante del asiento real.
En medio de esta controversia, Olomuo negó favorecer a alguna dinastía en particular y destacó que el modo de sucesión fue establecido en 1999 por miembros de las familias. Dijo que no tenía preferencia por ningún candidato en particular.
Este caso resalta las tensiones que rodean la sucesión dentro de las dinastías reales y resalta la importancia de respetar las tradiciones y la paz dentro de las comunidades. El gobierno local desempeña un papel crucial en la resolución de estos conflictos y el mantenimiento de la armonía entre las diferentes partes interesadas.