Los productores de tabaco de Zimbabwe se enfrentan este año a una temporada de ventas difícil, marcada por una disminución de la cosecha y de la calidad de las hojas, debido a una sequía atribuida al cambio climático y agravada por el fenómeno meteorológico de El Niño.
El presidente de la Junta de Comercialización de la Industria Tabacalera, Patrick Devenish, anunció que se esperaba que la producción de tabaco descendiera a alrededor de 235 millones de kilogramos esta temporada, tras un récord de 296 millones de kilogramos el año anterior. Los pequeños agricultores, que representan alrededor del 75% de la producción total, son particularmente vulnerables a las condiciones climáticas, ya que dependen exclusivamente de las lluvias para sus cultivos.
China sigue siendo el principal comprador de tabaco de Zimbabwe, mientras que Europa occidental y oriental y partes de África siguen siendo mercados importantes. En 2023, las exportaciones de tabaco de Zimbabwe alcanzaron un récord de 1.200 millones de dólares, lo que convirtió al cultivo en una de las principales fuentes de divisas del país, junto con minerales como el oro.
La estrategia de Zimbabwe para reactivar su producción de tabaco ha dado sus frutos en los últimos años, colocándolo entre los 10 principales exportadores mundiales junto a gigantes como China, India, Brasil, Estados Unidos e Indonesia. Sin embargo, la sequía actual corre el riesgo de socavar los objetivos de crecimiento industrial planificados por el gobierno, dejando a los pequeños agricultores en una situación financiera precaria.
Por tanto, este año promete ser difícil para agricultores como Likephone Makii, cuya cosecha de tabaco, debido a su mala calidad, le ha valido un precio ridículo. Las consecuencias de la sequía ya se están sintiendo: las pérdidas se estiman en más del 20% para muchos productores.
En este contexto, muchas familias que dependen únicamente del tabaco para satisfacer sus necesidades podrían verse necesitadas y necesitar asistencia alimentaria para hacer frente a este difícil período.
La situación actual resalta la importancia de repensar los métodos de producción agrícola frente a los desafíos que plantea el cambio climático, y destaca la necesidad de brindar apoyo adecuado a los pequeños agricultores para garantizar sus medios de vida y la seguridad alimentaria de sus comunidades.