La situación en el distrito Ngadi de Beni, en la región de Kivu Norte de la República Democrática del Congo, era tensa el pasado miércoles. Los vecinos se reunieron para denunciar el aumento de la inseguridad que azota a su comunidad. De hecho, un centenar de jóvenes bloquearon la carretera que conduce al aeropuerto de Beni, exigiendo la sustitución de la unidad de las FARDC desplegada en la región, a la que acusan de acoso y robo a mano armada.
Este levantamiento, liderado por miembros de la población apoyados por la sociedad civil local, refleja el hartazgo por la actuación de los militares en el lugar. Stephan Nikonza Mbakama, presidente de la sociedad civil Ngadi, expresó el descontento general diciendo que los residentes se vieron obligados a regresar temprano a sus hogares por temor a abusos. Las pérdidas sufridas por la comunidad en sólo una semana hacen que los residentes pidan cambios drásticos.
Después de varias horas de tensión, la policía finalmente desmanteló las barricadas, restableciendo así el tráfico. Sin embargo, continúan las conversaciones entre las autoridades locales, el ejército y los manifestantes para responder a las demandas legítimas de los residentes de Ngadi.
Esta manifestación ilustra el deseo de la población de luchar contra la creciente inseguridad en su barrio y destaca la importancia de garantizar la seguridad de los ciudadanos. Esperemos que se tomen medidas concretas para satisfacer las expectativas legítimas de la comunidad Ngadi.
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