En una entrevista reciente con la revista Vogue, compartió el impacto que tuvo su madre en su estilo de moda.
«Mi madre es muy elegante, una reina resplandeciente de Lord & Taylor, siempre usa un traje de los años 90. Ella tuvo una visión real. Y yo crecí en una iglesia donde había que destacar los domingos», dijo. -declaró.
Crecer en una iglesia pentecostal, con su énfasis en la modestia, estaba en desacuerdo con la forma en que ella realmente quería vestirse. Las reglas de la iglesia no dejaban espacio para joyas, ropa ajustada o piezas ajustadas al cuerpo, lo que limitaba su expresión personal.
«Estaba buscando formas de expresar mi estilo. Y creo que tan pronto como llegué a la escuela, en particular, pensé: Oh, ahora puedo. No tengo que usar una falda de mezclilla todos los días, finalmente puedo hacerlo. encontrar mi voz”, añadió.
A través de esta evolución entre las limitaciones de la infancia y la libertad de la edad adulta, pudo encontrar un equilibrio entre la influencia materna y su deseo de afirmarse a través de su estilo.
Este artículo nos invita a reflexionar sobre la importancia de las influencias familiares en nuestra identidad textil y sobre la forma en que logramos afirmarnos a través de nuestras elecciones de estilo, a pesar de los límites impuestos por nuestro entorno.
Para enriquecer este artículo, sería conveniente destacar testimonios de otras personas que hayan tenido experiencias similares, o incluir consejos para encontrar el propio estilo respetando los orígenes. También podría ser interesante abordar el vínculo entre la autoestima y la expresión a través de la ropa, enfatizando la importancia de sentirse bien al elegir la ropa para afirmar la propia personalidad.