En el reciente tumulto que sacudió al Senado, el senador Ningi se encontró en el centro de una tormenta política. Al acusar al gobierno de aplicar un presupuesto diferente al aprobado por el Senado, Ningi enfureció a sus colegas y finalmente fue suspendido por tres meses.
A pesar de las críticas y las exigencias de disculpas, Ningi se mantuvo firme en sus afirmaciones y afirmó que el presupuesto estaba inflado. En una entrevista en Arise TV después de su suspensión, dijo que sus colegas intentaron silenciarlo en lugar de pedirle pruebas de sus acusaciones.
Destacó el hecho de que nadie le había pedido que presentara pruebas tangibles para respaldar sus afirmaciones, sino que había tratado de silenciarlo. Ningi expresó su creencia de que la verdad no puede ser suprimida y prometió seguir defendiendo sus creencias.
Este caso pone de relieve las tensiones dentro del Senado y plantea dudas sobre la transparencia y la integridad del proceso presupuestario. Si bien Ningi sigue decidido a hacer oír su voz, está claro que esta controversia está lejos de terminar.