¿Alguna vez te ha atrapado un aguacero violento? En Goma, cayeron unas lluvias devastadoras que mataron a dos personas desplazadas por la guerra en el campamento de Bulengo. Estos héroes anónimos de la guerra fueron duramente golpeados por el viento y la lluvia, causando importantes daños humanos y materiales.
El presidente del lugar de desplazados, Mahoro Faustin, destacó la magnitud de los daños, con muchas estructuras destruidas. Las necesidades son enormes y estas personas necesitan ayuda desesperadamente. Ante esta situación crítica, pide al gobierno y a todas las personas de buena voluntad que apoyen a las víctimas de este desastre.
Los desplazados por la guerra, más de 300.000 personas que han huido de las hostilidades, se enfrentan ahora a una nueva amenaza: la del mal tiempo. Su coraje y resiliencia se ponen a prueba en condiciones ya difíciles.
Esta tragedia resalta la importancia de la solidaridad colectiva hacia los más vulnerables de nuestra sociedad. No podemos permanecer indiferentes ante su sufrimiento y angustia. Es fundamental actuar rápidamente para brindar apoyo concreto a estas personas afectadas, a fin de ayudarlas a recuperarse y reconstruirse.
En estos tiempos de adversidad, mostremos compasión y generosidad hacia nuestros hermanos y hermanas necesitados. Juntos podemos superar los obstáculos y llegar a quienes más lo necesitan.