Las noticias recientes han estado marcadas por el trágico hundimiento de un bote inflable que transportaba inmigrantes frente a la costa turca de las Eolias del Norte. Al menos 21 personas murieron en el incidente ocurrido cerca de la ciudad de Eceabat en la provincia de Canakkale.
Las autoridades turcas dijeron que la guardia costera logró rescatar a dos inmigrantes en el mar, mientras que otros dos lograron llegar a la costa por su cuenta y alertaron a los servicios de emergencia. Desafortunadamente, el número exacto de personas a bordo del barco sigue siendo incierto y aún se están realizando búsquedas para encontrar a otras personas que puedan estar desaparecidas.
Según la oficina del gobernador, cinco de las víctimas eran niños, pero aún no se ha revelado la nacionalidad de los migrantes. Las operaciones de rescate movilizan importantes recursos, con la participación de dieciocho barcos, un avión, dos helicópteros y un dron. También hay equipos médicos preparados para intervenir en el puerto más cercano.
Aunque el número de inmigrantes que cruzan el Mar Egeo ha disminuido en los últimos años, muchas personas de Oriente Medio y África todavía abandonan Turquía para intentar llegar a Grecia, con la esperanza de encontrar una vida mejor en Europa. Algunos de ellos también intentan llegar a Italia cruzando el mar Mediterráneo.
La guardia costera turca interceptó recientemente a casi 93 migrantes que intentaban abandonar las costas turcas en barcos esta semana, lo que pone de relieve los peligros de estos peligrosos viajes entre continentes. Este trágico acontecimiento sirve una vez más como recordatorio de los riesgos que enfrentan quienes buscan cruzar fronteras con la esperanza de una vida mejor.