Después de que un ataque con misiles rusos alcanzara la infraestructura civil en la ciudad ucraniana de Odessa, al menos 20 personas perdieron la vida y muchas otras resultaron heridas, lo que convirtió la tragedia en el ataque más mortífero en la ciudad portuaria de Odessa en el Mar Negro desde el inicio de la gran guerra. Invasión rusa de gran escala, anunciaron el viernes funcionarios ucranianos.
Este ataque fue particularmente devastador porque se llevó a cabo en dos etapas, una técnica cruel ya utilizada por Rusia en sus operaciones en Ucrania. Después de que el primer misil impactara en Odessa el viernes por la mañana, matando e hiriendo a civiles, los equipos de rescate ucranianos acudieron al lugar sólo para ser blanco de un segundo ataque, conocido como «doble ataque».
Maryna Averina, portavoz del Servicio de Emergencia del Estado de Odessa, dijo a CNN: «Esta es la primera vez que se produce un doble ataque en la región de Odessa». Ocho socorristas murieron durante este segundo ataque, entre ellos Denys Kolesnikov, de 25 años, que trabajaba en una estación de bomberos en Odessa.
Los ataques se producen mientras los rusos se dirigen a las urnas para unas elecciones cuidadosamente orquestadas que se espera que le den al presidente Vladimir Putin un quinto mandato.
Rusia disparó el primer misil alrededor de las 11 a. m. hora local, impactando en un edificio civil y provocando un incendio, según los servicios de emergencia ucranianos. Los equipos de rescate llegaron para apagar el fuego y buscar supervivientes antes de ser atacados por el segundo ataque poco después.
Además de las 20 muertes, el fiscal general de Ucrania, Andriy Kostin, dijo que al menos 73 personas resultaron heridas, entre ellas siete miembros de los servicios de emergencia.
Maria Slisovska, una residente de 50 años cerca del lugar del ataque, describió el estado de shock que siguió al ataque: «Nuestras ventanas todavía estaban intactas. Luego, unos cinco minutos más tarde, hubo una segunda explosión. Los techos estaban dañado, el yeso se cayó, gracias a Dios mi madre no estaba en la cocina en ese momento.»
En un discurso vespertino, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky calificó los ataques de «actos cobardes y despreciables» y prometió una respuesta adecuada de las fuerzas de defensa de Ucrania.
Después de este devastador ataque, Zelensky volvió a llamar a sus aliados a fortalecer las defensas aéreas. Si bien la capital de Ucrania, Kiev, está relativamente bien protegida por el sistema Patriot de Estados Unidos, no todas las ciudades ucranianas disfrutan del mismo nivel de protección.
Esta tragedia en Odessa es un recordatorio brutal y conmovedor de la guerra diaria que se libra en Ucrania y que afecta no sólo al frente y a los soldados, sino también a los ciudadanos inocentes, como destacó el Primer Ministro griego Kyriakos Mitsotakis.