En una reciente entrevista concedida al canal católico KTO, el cardenal Fridolin Ambongo Besungu criticó duramente el levantamiento de la moratoria sobre la pena de muerte en la República Democrática del Congo. Según el arzobispo de Kinshasa, esta decisión del gobierno congoleño podría abrir la vía a un ajuste de cuentas, lo que constituiría un retroceso para el país.
Para el prelado, es inaceptable que un gobierno, supuestamente responsable, considere restablecer la pena de muerte para castigar a los que califica de «traidores a la patria». También resalta la importancia de aclarar y definir claramente qué constituye un acto de traición a la nación, enfatizando que quienes detentan el poder no están exentos de esta calificación.
Al expresar su preocupación por un posible uso del concepto de «traidor» con fines políticos, el cardenal Ambongo destaca los riesgos de abuso y de instrumentalización de la pena de muerte con el fin de ajustar cuentas.
Su posición se suma a la de muchos actores congoleños e internacionales que consideran esta decisión gubernamental regresiva y contraria a los valores democráticos y humanitarios. Mientras algunos apoyan el levantamiento de la moratoria, el cardenal Ambongo pide cautela y advierte contra posibles abusos de tal medida.
Esta posición franca y valiente adoptada por el cardenal Ambongo subraya la importancia de la reflexión y el diálogo en torno a la cuestión de la pena de muerte en la República Democrática del Congo. Como figura moral y religiosa influyente, su llamado a la moderación y la vigilancia contra cualquier intento de manipulación política merece ser escuchado y atendido.