En las regiones de Jazira en Sudán, se avecina una situación alarmante mientras el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ejerce una presión extrema sobre los residentes para que se unan a ellos, amenazando con privar de alimentos a quienes se nieguen. Desde diciembre pasado, cerca de 700 hombres y 65 niños han sido reclutados por la fuerza por las RSF en el estado de Jazira.
La campaña de reclutamiento forzoso de RSF tuvo lugar en el corazón de la región agrícola de Sudán durante el período de crecimiento y cosecha, exacerbando la inseguridad alimentaria en un país que ya estaba al borde de la hambruna. Los testigos describieron una serie de métodos coercitivos empleados por RSF, que iban desde la intimidación hasta la tortura y la supresión de alimentos y ayuda médica.
Vídeos autentificados por CNN muestran ataques de RSF en aldeas de Jazira, donde se ejecutó a hombres por negarse a alistarse. Los testigos describieron escenas de terror, saqueos e incendios provocados por milicianos.
El control de las Fuerzas de Apoyo Rápido sobre las tierras agrícolas en Jazira, que producen gran parte del grano que se consume en Sudán, plantea grandes preocupaciones sobre la seguridad alimentaria de la población. Según los expertos, la situación en la región hace temer una hambruna inminente.
Las tácticas coercitivas de las RSF, asimiladas a un sistema de trabajo forzoso, sumergen a los habitantes de Jazira en una espiral de violencia y privaciones. Mientras el conflicto persiste y aumentan los riesgos de hambruna, la comunidad internacional debe actuar para poner fin a esta crisis humanitaria.
En este difícil contexto, es urgente apoyar a las poblaciones afectadas y encontrar soluciones duraderas para garantizar su seguridad alimentaria y su protección contra los abusos de los grupos armados. La movilización de recursos y esfuerzos concertados es esencial para responder a las necesidades humanitarias urgentes y brindar apoyo eficaz a las comunidades en dificultades.