Las recientes hostilidades en la región de Mubambiro, situada en Kivu del Norte, han vuelto a poner de relieve los violentos enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes del M23. Los ataques, llevados a cabo desde las colinas ocupadas por los rebeldes, tuvieron como objetivo diferentes posiciones estratégicas, incluidas las de los contingentes de la MONUSCO y la SADC.
Las salvas de artillería, que cayeron sobre varios sectores de la ciudad de Sake, sembraron el terror entre la población civil. Lamentablemente, estos bombardeos provocaron pérdidas humanas y heridos entre la población civil, además de importantes daños materiales. A pesar de la violencia de estos enfrentamientos, las autoridades militares aún no han comunicado un informe oficial sobre los daños causados.
La tensión sigue siendo palpable en la región, particularmente en las zonas de combate ubicadas en las colinas de Kiuli y Vunano, al norte de Shasha. Los residentes de la región viven con el temor de repetidos bombardeos y enfrentamientos armados que ponen en peligro su seguridad diaria.
La reciente violencia también ha causado pérdidas en el lado de la MONUSCO, y las fuerzas de paz resultaron heridas por los ataques del M23. Además de las consecuencias inmediatas de los combates, la precaria situación de la región impacta directamente a la población, con daños a embarcaciones civiles y desplazamientos forzados.
Ante esta escalada de violencia, es urgente encontrar soluciones para proteger a los civiles y trabajar para restablecer la paz en la región de Mubambiro. Las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los residentes y poner fin a los enfrentamientos que han desestabilizado la región durante demasiado tiempo.