«La nueva controversia sobre el impuesto a la vivienda en Kenia: ¿un paso adelante o una carga para los trabajadores?»

La economía en evolución de Kenia ha alcanzado un hito importante con la promulgación de una ley controvertida por parte del presidente William Ruto. Esta nueva legislación autoriza la recaudación de un impuesto a la vivienda del 1,5% sobre los salarios mensuales de los trabajadores.

Este impuesto tiene como objetivo financiar la construcción de viviendas asequibles para ciudadanos de bajos ingresos, pero su implementación ha suscitado fuertes críticas.

Las voces de la oposición y una parte importante del público han expresado su consternación por el impuesto adicional, considerándolo como una carga más entre una serie de nuevos impuestos.

Aunque obstáculos legales retrasaron la promulgación de la ley, un juez había detenido las deducciones por falta de un marco legal adecuado. A pesar de las objeciones de los parlamentarios de la oposición, la ley fue modificada y ratificada por los parlamentarios la semana pasada.

El impuesto, esbozado por primera vez en el manifiesto electoral del presidente Ruto para las elecciones de 2022, forma parte de una ley de finanzas más amplia aprobada en junio pasado, que también supuso la duplicación del impuesto al combustible. Además, se espera que pronto se introduzca un impuesto más alto al seguro médico.

El gobierno dice que aumentar los ingresos fiscales es clave para reducir el déficit presupuestario y financiar servicios públicos esenciales.

La deducción del 1,5% del salario de los empleados comenzó el pasado mes de julio. Sin embargo, ante la ira pública, un activista presentó una demanda contra el gobierno, argumentando con éxito que apuntaba injustamente a los kenianos del sector formal que reciben un salario mensual regular.

Para abordar las cuestiones planteadas por el tribunal, la nueva ley ahora extiende el impuesto a otros trabajadores y exige que los kenianos en el sector informal paguen el impuesto.

La nueva ley también establece el Fondo de Vivienda Asequible, cuyo objetivo es administrar el dinero que el gobierno recaudará del impuesto.

Los funcionarios dicen que la deducción no será retroactiva para incluir el dinero que se habría pagado si el plan no se hubiera suspendido.

El presidente Ruto aspira a construir 200.000 viviendas asequibles cada año y espera crear más de 600.000 puestos de trabajo.

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