En el contexto actual, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, concedió una entrevista a CNN, durante la cual afirmó que la política de su país es permitir la entrada de tanta ayuda humanitaria como sea necesaria a la Franja de Gaza. Sin embargo, estas declaraciones han sido cuestionadas por las agencias de ayuda e incluso contradichas por sus propias afirmaciones anteriores.
Netanyahu ha intentado desviar la responsabilidad de su gobierno por la ayuda que no llega a Gaza acusando a Hamás de saquear los suministros de ayuda. Los comentarios se producen mientras Israel enfrenta crecientes críticas por su campaña militar en la Franja de Gaza, lanzada tras los ataques del 7 de octubre por parte de Hamas que dejaron alrededor de 1.200 muertos y 250 rehenes. Israel dice que su operación sólo tiene como objetivo a los combatientes de Hamas y no a los civiles palestinos.
La campaña israelí ha causado la muerte de más de 31.000 personas en Gaza, más del 70% de ellas mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio. Esto provocó una destrucción generalizada, un desplazamiento masivo de la población y una hambruna inminente.
Las Naciones Unidas, la Unión Europea y el aliado de Israel, Estados Unidos, han criticado las políticas israelíes y han pedido a Netanyahu que permita la entrada de más ayuda al enclave asediado.
En su entrevista con CNN, Netanyahu hizo varias afirmaciones sobre la política de ayuda de su país en Gaza. Sin embargo, estas declaraciones contradicen sus mensajes anteriores, donde se jactaba de permitir sólo la entrada de «ayuda humanitaria mínima» a Gaza. Las políticas de guerra de Netanyahu también han obstaculizado la ayuda humanitaria.
Menos de dos días después del inicio de la operación militar israelí en Gaza, el territorio quedó bajo un «asedio total», interrumpiendo el suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible. Cuando finalmente la ayuda pudo ingresar a Gaza, el proceso resultó complejo y difícil, según los trabajadores humanitarios y las Naciones Unidas.
Se observaron obstáculos a la ayuda, incluidas inspecciones rigurosas de los camiones que transportaban ayuda humanitaria, lo que provocó atascos de tráfico en el cruce de Rafah. Un trabajador humanitario describió el proceso de entrega de ayuda como opaco y ambiguo.
A pesar de los llamamientos para que se abran más puntos fronterizos hacia Gaza, la ayuda se limita a sólo dos cruces terrestres. Sin embargo, Israel tiene seis puntos de cruce hacia Gaza, algunos de los cuales no han estado operativos durante más de una década.
En conclusión, la situación humanitaria en Gaza sigue siendo preocupante a pesar de las declaraciones del Primer Ministro israelí.. Los esfuerzos para permitir una distribución efectiva de la ayuda humanitaria se ven obstaculizados por políticas restrictivas y obstáculos administrativos, lo que pone en riesgo la vida de miles de civiles en la región.