En un fallo controvertido, el Tribunal Superior de Allahabad, en el estado más poblado de la India, anuló recientemente la ley que rige las madrazas, escuelas islámicas, poniendo potencialmente fin a su existencia. Esta decisión se produce pocas semanas antes de las elecciones nacionales en la India, que podrían acentuar las divisiones religiosas en esta democracia diversa.
El Tribunal Superior ha declarado inconstitucional la Ley de Madrasa de 2004, afirmando que contraviene el principio de secularismo consagrado en la Constitución de la India. La medida obliga al gobierno estatal a trasladar a los estudiantes de las madrasas a las escuelas ordinarias.
La decisión afecta a alrededor de 2,7 millones de estudiantes y 10.000 profesores en 25.000 madrasas en el estado de Uttar Pradesh, que alberga una gran población musulmana. India, un país con un sistema democrático secular, se enfrenta así a importantes cuestiones sobre la neutralidad de su sistema educativo y la protección de las minorías religiosas.
Mientras el Tribunal Superior destaca el principio de separación de religión y Estado para justificar su decisión, muchos críticos señalan con el dedo al gobernante partido nacionalista hindú, el BJP, dirigido por Narendra Modi, al que acusan de debilitar los cimientos seculares de la India. Se está expresando preocupación por el aumento del discurso de odio contra los musulmanes y las acciones discriminatorias que parecen estar extendiéndose en el país.
Esta reciente decisión del Tribunal Superior de Allahabad plantea cuestiones esenciales sobre el secularismo y la diversidad en la India, mientras el país se prepara para elecciones cruciales que podrían redefinir su panorama político y social.