Goma, ciudad al pie del volcán Nyiragongo, se enfrenta actualmente a una serie de retos medioambientales y sociales que afectan a la calidad de vida de sus habitantes. En una carta al alcalde de la ciudad, Assumani Hamada Silvano sugiere un enfoque innovador para transformar Goma en una «ciudad verde» que podría mitigar los efectos del calentamiento global y la guerra.
Las consecuencias del éxodo urbano masivo, las erupciones volcánicas y la contaminación automovilística se dejan sentir en toda la ciudad, transformando poco a poco su paisaje. Los barrios superpoblados, la construcción incontrolada y la deforestación han alterado el encanto natural de Goma, inicialmente considerado un destino turístico prometedor.
Assumani Hamada propuso entonces una solución audaz: hacer de Goma un oasis urbano introduciendo espacios verdes y jardines en las arterias principales y en las residencias privadas. Esta iniciativa “verde” tiene como objetivo restablecer el equilibrio ecológico de la ciudad ofreciendo al mismo tiempo a sus habitantes un entorno más saludable y agradable.
Más allá del aspecto medioambiental, esta propuesta también plantea la cuestión de la paz y el bienestar social. De hecho, la creación de espacios verdes y la revitalización del entorno urbano pueden ayudar a fortalecer los vínculos sociales, mejorar la calidad de vida de los residentes y promover un clima de paz y seguridad.
En conclusión, la visión de Assumani Hamada de una Goma verde y pacífica es un llamado a la acción para las autoridades locales, los actores de la sociedad civil y los ciudadanos. Al invertir en la transformación ecológica de la ciudad, Goma no solo podría convertirse en un modelo de sostenibilidad urbana, sino también en un lugar de resiliencia frente a los desafíos ambientales y sociales que surgen hoy.