El discurso pronunciado por el rey Carlos III el Jueves Santo estuvo marcado por palabras de compasión y solidaridad, en un contexto en el que él y la princesa Catalina se enfrentan a tratamientos contra el cáncer.
En un mensaje de audio difundido durante la ceremonia anual del Jueves Santo en la catedral de Worcester, en Inglaterra, el Rey destacó la importancia de los gestos de amistad, destacando el ejemplo de Jesús lavando los pies a los discípulos durante la Última Cena.
A pesar de su ausencia física, el rey Carlos III expresó su profunda tristeza por no poder estar presente, afirmando que esta ceremonia tiene un lugar especial en su corazón. Recordó que el servicio y el cuidado de los demás son valores esenciales, especialmente en momentos de necesidad.
La Reina Camilla, actuando en ausencia del Rey, distribuyó los tradicionales obsequios del Jueves Santo, marcando el compromiso continuo de la Familia Real con el servicio y la generosidad hacia la comunidad.
El discurso del rey Carlos III destacó la importancia del apoyo mutuo, la solidaridad y la bondad, destacando la dedicación de aquellos honrados con el dinero Santo, símbolo de su servicio desinteresado a la Iglesia y a la comunidad local.
Durante este período pascual, el Rey reafirmó su compromiso de servir con el corazón y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan, recordando al mismo tiempo los valores fundamentales de la compasión y el altruismo.
Esta ceremonia del Jueves Santo adquirió este año un significado especial, destacando la fuerza y la resiliencia de la Familia Real ante la adversidad, al tiempo que enfatiza la importancia de la ayuda y el apoyo mutuos dentro de la comunidad.