En un trágico suceso, Vincent Opon Kisangi salió de su casa en compañía de su esposa un lunes. Regresó solo el miércoles 27 de marzo alrededor de las 3 a. m. e ingresó directamente a su habitación, donde se autoagredió con un cuchillo antes de pedirle a la joven ama de llaves, la señorita Ann Atieno, que abandonara el lugar.
Poco después, Vincent prendió fuego a la habitación, desencadenando un incendio que destruyó por completo la casa. La señorita Atieno informó que el fallecido ya había sufrido heridas de arma blanca en la barbilla, el abdomen y el pecho, y que sangraba profusamente cuando ella abandonó la escena antes de que la casa fuera consumida por las llamas.
Al responder a la alerta, la policía descubrió dos bombonas de gas vacías en una de las habitaciones, lo que lleva a sospechar que fueron utilizadas por el fallecido para iniciar el incendio que arrasó con la propiedad, destruyendo bienes de valor desconocido.
Los restos de Vincent fueron trasladados al Hospital Comunitario Shalom para realizar la autopsia pertinente.
Las discordias matrimoniales y la posible participación de un triángulo amoroso parecen ser el origen de esta tragedia. Los vecinos de la pareja han mencionado señales de conflicto conyugal, señalando un cambio en el comportamiento de Vincent, que solía ser alegre y enérgico pero que recientemente mostraba tristeza y perturbación.
Las investigaciones sugieren la posibilidad de un triángulo amoroso que involucra a un hombre radicado en Estados Unidos, además de la esposa de Vincent. La revisión forense de las conversaciones telefónicas de la pareja se considera fundamental para esclarecer la verdad detrás de este suceso.
El testimonio de la esposa será crucial para desentrañar este misterio, según Simon Kirui, jefe de investigaciones criminales del distrito de Isinya.
En momentos difíciles como estos, es fundamental recordar que siempre hay ayuda disponible y que no se está solo. Si tú o alguien que conoces está atravesando dificultades, no dudes en pedir asistencia.