**El trágico suceso que sacudió la costa norte de Mozambique con el hundimiento de un ferry improvisado sacudió profundamente la región, sumergiendo a sus habitantes en el luto y la desolación. El número de muertos por esta tragedia ha aumentado a casi 100 muertes, lo que revela una realidad escalofriante sobre los peligros que enfrentan muchos viajeros en esta zona.**
Manuel Loforte, representante del Instituto de Transporte Marítimo de Mozambique (INTRASMAR), anunció que el número inicial de 91 víctimas había aumentado a 96 tras el descubrimiento de tres cadáveres más el domingo por la noche y dos más el lunes. Las trágicas muertes afectaron a niños y dejaron al menos 26 personas desaparecidas, según medios locales. De las 130 personas a bordo del ferry, once fueron hospitalizadas, dijo a Radio Mozambique el administrador de la isla de Mozambique.
Momade Raisse, hermano de una víctima, testimoniando el dolor y la pérdida causados por esta catástrofe, compartió su dolor: «Mi hermana perdió la vida. Sí, estaba con su nieta, había tres familiares en el barco y dos se perdieron». sus vidas.» Se multiplican las historias de familias destrozadas, niños desaparecidos y vidas destrozadas por la pérdida, lo que da una idea de la magnitud de la tragedia.
Según Amade Juma, tío de una víctima, «perdí a los hijos de mi hermano, a los hijos de mi suegra. A causa del hundimiento de este ferry en Quissanga, que salía de Lunga para venir aquí, a causa del cólera». Esta dramática situación afectó profundamente a la comunidad local y marcó un día oscuro en la historia de la región.
Los informes sugieren que el temor a una epidemia de cólera impulsó a algunas personas a abandonar apresuradamente la región, provocando una inusual multitud en el ferry que, habitualmente utilizado como barco de pesca, se encontró sobrecargado. Las autoridades locales y los funcionarios de salud están lidiando con un brote mortal de cólera que se ha extendido por toda la región en los últimos meses.
Más allá del aspecto trágico de esta tragedia, este desastre también pone de relieve los desafíos que enfrentan muchas regiones de Mozambique, donde el acceso a muchas zonas aisladas se realiza principalmente por mar. Los barcos abarrotados y las condiciones de viaje precarias son habituales, lo que pone en peligro la vida de los pasajeros y supone una amenaza constante para la seguridad de la población.
Esta tragedia sirve como recordatorio de la importancia crítica de garantizar normas estrictas de seguridad para el transporte marítimo para evitar desastres de este tipo en el futuro. Es fundamental que las autoridades tomen medidas para concienciar al público sobre los riesgos y establezcan mecanismos de control eficaces para garantizar la seguridad de los viajeros.. En estos tiempos oscuros, es imperativo que la solidaridad y el apoyo se unan para ayudar a las comunidades afectadas a superar esta terrible experiencia y reconstruirse.
Este trágico hundimiento será recordado como una prueba dolorosa, pero también como un recordatorio de la importancia de la seguridad y la vigilancia en el transporte marítimo, para evitar tragedias similares en el futuro.