Sudáfrica sigue enfrentando importantes desafíos económicos y se prevé un crecimiento del PIB inferior al promedio para los próximos años. Las proyecciones para 2024 indican un crecimiento de solo el 1%, y del 1,4% entre 2024 y 2026, muy por debajo del objetivo del 4% establecido por el Banco Mundial para las economías emergentes y en desarrollo.
Estas cifras poco alentadoras sobre el crecimiento económico sugieren un aumento del desempleo, que ya se encuentra en niveles elevados, durante los próximos tres años. Los jóvenes se ven especialmente afectados por la falta de oportunidades de empleo, mientras que los hogares luchan por hacer frente financieramente a la creciente inflación, fijada en un 5,1% interanual.
Ante estas sombrías perspectivas a corto y mediano plazo, se necesitan reformas significativas para revertir la tendencia. Para lograr mejores resultados a largo plazo, es esencial construir una economía inclusiva y diversificada.
Como prioridad, se deben abordar las limitaciones del suministro energético y logístico. Debido al aumento de la deuda pública, el gobierno no puede comprometer recursos significativos para cubrir estos déficits. Sin embargo, se podrían implementar reformas que permitan al sector privado intervenir más. Un primer paso se dio con el aumento del umbral de autoconsumo eléctrico, que debería permitir añadir 11 gigavatios de capacidad a corto plazo. Sin embargo, se necesitan más esfuerzos, como lo demuestra la caída de los sectores manufacturero, minero y de la construcción del país en el tercer trimestre de 2023, y la escasez de energía se cita como un factor importante.
Es crucial facilitar asociaciones público-privadas para proyectos de mayor escala que reduzcan significativamente la brecha entre la oferta y la demanda de energía, con el fin de llenarla en el corto y mediano plazo. Se podrían explorar iniciativas como la generación de electricidad por parte de los municipios a través de proyectos de conversión de residuos en energía, en colaboración con países como Malasia, para reducir el creciente problema de los vertederos en algunas partes del país.
En materia de logística, se deben priorizar las inversiones en la mejora de la infraestructura portuaria, vial y ferroviaria para facilitar el comercio exterior. Además de los acuerdos comerciales existentes con Asia, Europa, América del Norte y América Latina, también se espera que Sudáfrica aproveche el acuerdo de la Zona de Libre Comercio Continental Africana para aumentar sus exportaciones intrarregionales..
Las inversiones públicas y privadas para mejorar la infraestructura logística podrían revertir la reciente contracción del comercio exterior, debido principalmente a retrasos en los puertos y a una infraestructura ferroviaria inadecuada. Sectores como el agrícola podrían beneficiarse de estas mejoras, como lo demuestra la reciente caída de las exportaciones de fruta de 500.000 toneladas en 2023 debido a retrasos en el puerto de Ciudad del Cabo.
Invertir en diversificación económica conducirá a mejores resultados a largo plazo. Es crucial identificar industrias locales con un fuerte potencial de desarrollo e invertir para hacerlas crecer. Sudáfrica tiene un índice de diversificación económica de 108,1 en 2021, muy por debajo de las economías más diversificadas como Estados Unidos, China y Alemania.
Es imperativo invertir más en sectores más allá de los recursos y servicios naturales. La diversificación económica debe verse en términos de una expansión facilitada, alineada con las necesidades nacionales y aprovechando las habilidades y recursos disponibles.
La sustitución de importaciones también puede ser un aspecto de la diversificación económica. Al identificar las 50 principales importaciones del país en los últimos cinco a diez años, es posible promover la producción local de estos bienes a través de inversiones específicas. Estos productos también podrían exportarse a la región, fortaleciendo así el comercio intraafricano.
Por último, para fomentar el crecimiento del PIB a largo plazo, es esencial adoptar más la tecnología y la innovación en todos los sectores económicos. El uso eficaz de las tecnologías pertinentes hará que la economía sea más eficiente y eficaz, contribuyendo así a un crecimiento sostenible e inclusivo.
En conclusión, Sudáfrica enfrenta desafíos importantes para su crecimiento económico, pero reformas apropiadas e inversiones estratégicas en sectores clave podrían allanar el camino para la prosperidad futura. Al diversificar su economía, mejorar su infraestructura y fomentar la innovación, el país puede aspirar a un futuro económico más fuerte e inclusivo.