Mientras las noticias candentes en la República Democrática del Congo siguen suscitando apasionados debates, en el seno de la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS/Tshisekedi) se alza una voz para cuestionar el discurso según el cual este segundo mandato sería el último para el partido al frente del país. Augustin Kabuya, líder del partido, declaró recientemente durante una intervención política que la UDPS no debería limitarse a dos mandatos, citando como ejemplo otros partidos africanos que permanecen en el poder desde hace mucho tiempo.
Augustin Kabuya apela a la memoria colectiva recordando casos como el ANC en Sudáfrica, el CCM en Tanzania y el ZANU-PF en Zimbabwe, subrayando que estos partidos conservaron el poder durante muchas décadas. Destaca así la idea de que la estabilidad política y el desarrollo de un país pueden verse favorecidos por la continuidad política, siempre que esto se haga respetando las reglas democráticas y las aspiraciones del pueblo.
La posición de Kabuya parece encaminada a alentar a sus activistas y ejecutivos a pensar más allá de los límites temporales impuestos por los plazos electorales. Critica a quienes transmiten un discurso derrotista afirmando que este sería el último mandato de la UDPS, instándolos a permanecer comprometidos y combativos para defender los intereses del partido y del país.
Sin embargo, esta visión no está exenta de controversia, particularmente dentro de la oposición que impugna la reelección de Félix Tshisekedi durante el último ciclo electoral. Se alzan voces para denunciar las irregularidades y presuntos fraudes que habrían manchado el proceso electoral, poniendo así en duda la legitimidad del poder en el poder.
Es importante enfatizar que la democracia se basa en los principios de transparencia, equidad y respeto a las reglas electorales. Cualquier deseo de prolongar indefinidamente el reinado político sin tener en cuenta las aspiraciones del pueblo y las demandas de la democracia corre el riesgo de debilitar la legitimidad del poder y alimentar las tensiones sociales.
En conclusión, la declaración de Augustin Kabuya plantea cuestiones críticas sobre la continuidad política en África y los desafíos que enfrentan los partidos políticos para garantizar una gobernanza justa y eficaz. Los debates actuales en la República Democrática del Congo reflejan una democracia en construcción, donde la voluntad del pueblo y el respeto por las instituciones deben tener prioridad sobre las ambiciones individuales.