Situada en el cruce de los distritos de Mpudi y Batende, la principal avenida Diwaz, en Kinshasa, en la República Democrática del Congo, es actualmente escenario de una situación preocupante que obstaculiza no sólo el tráfico, sino también la vida cotidiana de los residentes. El estado deplorable de esta carretera, que va desde la rotonda de Kisanku hasta Matete, está resultando una pesadilla para automovilistas, motociclistas y peatones.
Después de las lluvias torrenciales del domingo 7 de abril que cayeron sobre la ciudad, el equipo de información de Fatshimetrie se tomó el tiempo de desplazarse hasta allí para comprobar de primera mano las consecuencias de esta degradación. Los baches llenos de agua estancada hacen casi imposible el paso. Sólo los vehículos más grandes logran abrirse paso, dejando a los más pequeños a merced de estos charcos de agua que pueden esconder peligros.
Los comerciantes precarios que se instalan por la noche al borde de la carretera ven sus puestos retirados, mientras que los residentes de los barrios circundantes, como Mpudi, Batende y Kisanku, se encuentran en un callejón sin salida. Las repetidas advertencias de los vecinos han sido desoídas, dejando a la población indefensa ante esta alarmante situación.
Maman Josée, vendedora del mercado local, señala con el dedo a un ex candidato a diputado nacional, acusado de haber abandonado el trabajo de limpieza de las alcantarillas tras su derrota electoral. Este abandono contribuye al empeoramiento de la situación, condenando a los residentes a vivir en condiciones cada vez más precarias e insalubres.
Un vecino, que prefiere permanecer en el anonimato, denuncia la actitud del alcalde de Matete, que parece más interesado en los ingresos del mercado de Guangzhou que en el deplorable estado de las carreteras locales. Los residentes se quedan atrás, obligados a vivir en un entorno insalubre y peligroso, sin recibir la atención y ayuda necesarias de las autoridades locales.
Ante este impasse, otra residente, Madame Lyly, pide la intervención de las autoridades nacionales para resolver los problemas que afectan directamente a la vida de los ciudadanos. Las múltiples alertas y denuncias no fueron suficientes para provocar una reacción adecuada, dejando a la población en una situación de angustia cada vez mayor.
La congestión de las alcantarillas en los barrios de Mpudi, Batende, Kisanku, Malandi, Lokele, Anunga y Batandu provoca inundaciones ante la menor lluvia, poniendo en peligro la seguridad y el bienestar de los residentes. Las imágenes de los residentes esperando desesperadamente el transporte público, sentados sobre sus mercancías, subrayan la gravedad de la situación y la urgencia de una intervención.
En definitiva, la principal avenida Diwaz de Kinshasa se ha convertido en el símbolo del abandono y el abandono que impacta directamente en la vida de miles de ciudadanos.. Es imperativo que las autoridades locales y nacionales tomen las medidas necesarias para remediar esta situación crítica, garantizando así la seguridad y el bienestar de todos los residentes de estos barrios.