En una escalada de violencia, cientos de colonos israelíes irrumpieron en aldeas palestinas en la ocupada Cisjordania, provocando un clima de terror entre los residentes. Esta serie de ataques tuvo lugar tras el descubrimiento del cuerpo de Binyamin Achimair, un adolescente israelí de 14 años que llevaba algún tiempo desaparecido. Según las autoridades israelíes, el niño fue víctima de un ataque terrorista, pero quedan dudas sobre las circunstancias exactas de su muerte y la caracterización de este acto.
Los testigos dijeron a Fatshimetrie que los colonos provocaron el caos en la aldea de Duma, incendiando casas y automóviles y disparando contra la localidad. Los enfrentamientos se intensificaron y algunos describieron la escena como una verdadera guerra callejera. Los vídeos que circulan en las redes sociales muestran enfrentamientos violentos entre colonos y palestinos en varias aldeas de la región, con escenas de lanzamiento de piedras y gases lacrimógenos.
Esta violencia se produce tras otro ataque perpetrado en la aldea de Al-Mughayyir, que provocó la muerte de un palestino y varios heridos. Las autoridades israelíes han lanzado una amplia operación de búsqueda de los responsables del asesinato de Achimair. El primer ministro Benjamín Netanyahu condenó enérgicamente el acto y pidió colaboración para detener a los culpables.
Las fuerzas de seguridad israelíes han intensificado sus esfuerzos para localizar a los sospechosos y han pedido al público que no se tome la ley por su propia mano. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, advirtió contra cualquier intento de represalia y destacó la importancia de dejar que las fuerzas del orden hagan su trabajo. La Cruz Roja Palestina ha informado de un número creciente de heridos de bala en hospitales de Cisjordania.
Esta espiral de violencia en los territorios ocupados plantea graves tensiones y preocupaciones sobre la seguridad de las poblaciones afectadas. Las autoridades israelíes han prometido procesar a los autores de estos ataques, pero la situación sigue siendo explosiva y hace temer que se produzcan más actos de violencia. Los llamados a la moderación y al diálogo están aumentando, con la esperanza de encontrar soluciones pacíficas a un conflicto que ha persistido durante décadas.
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