En el apasionante mundo del arte contemporáneo, a veces suceden historias increíbles detrás de escena, entre las pinceladas y las exposiciones. La historia de Mmakgabo Helen Sebidi, una reconocida artista sudafricana, es un ejemplo sorprendente. Recientemente, un misterio de 33 años se resolvió de la manera más inesperada: 28 obras de este talentoso diseñador regresaron a su tierra de origen, para el deleite de todos.
La historia se remonta a 1991, cuando Sebidi fue invitado a Nyköping, una pequeña ciudad sueca en el Mar Báltico, para participar en un programa llamado «Trabajo cultural con países en desarrollo». Trajo consigo 28 de sus creaciones para una residencia de un mes, donde compartió sus conocimientos sobre Sudáfrica, así como sobre la política y el arte de su país, en la Nyköping Folk High School, una escuela residencial de educación para adultos.
Sin embargo, el progreso previsto de la exposición se vio comprometido, dejando a Sebidi esperando por sus preciosas obras. Le dijeron que se los habían robado y que nunca los volvería a ver. Un duro golpe para el artista que tuvo que lidiar con el dolor de esta pérdida durante muchos años.
Luego, en mayo de 2023, ocurrió un hecho inesperado. Jesper Osterberg, conserje de la escuela de Nyköping, se propuso limpiar un armario abandonado durante mucho tiempo. Fue allí donde descubrió un rollo de obras escondidas detrás de adornos navideños, que lleva el nombre de Mmakgabo Helen Sebidi. Este sorprendente resultado marcó el comienzo del viaje de estos tesoros perdidos de regreso a su tierra natal original.
Hoy, estas obras encontradas se exhiben en la Galería de Arte de la Universidad de Johannesburgo, brindando una oportunidad única para que los sudafricanos las descubran por primera vez. La emoción fue palpable durante el reencuentro entre el artista y sus preciosas creaciones, poniendo fin a décadas de separación.
En su taller de Johannesburgo, Mmakgabo Helen Sebidi, vestida con un vestido verde y marrón y una boina marrón a juego con su atuendo, encontró la inspiración y la alegría de ver sus obras regresar a ella. A sus 81 años, el artista comparte su historia marcada por la determinación, la creatividad y los desafíos superados.
Nacida en 1943 cerca de Hammanskraal, Mmakgabo Helen Sebidi extrajo su talento de las enseñanzas de sus antepasados, que eran a su vez alfareros y pintores. Criada por su abuela, aprendió desde pequeña que el arte y la creatividad eran medios para transmitir mensajes esenciales para las generaciones futuras.
A pesar de un viaje lleno de obstáculos, Sebidi siguió su pasión por el arte y encontró en la pintura y la escultura un medio de expresión y resiliencia. Su dedicación y perseverancia han sido recompensadas con numerosos premios y honores, incluida la Orden de Ikhamanga en Plata, el honor más alto de Sudáfrica..
A través de sus pinturas imbuidas de profundidad emocional y una búsqueda de la descolonización, Mmakgabo Helen Sebidi ha capturado la esencia misma de la historia, la diversidad y la resiliencia del pueblo sudafricano. Su regreso triunfal al panorama artístico nacional resuena como un homenaje a su innegable talento y su inestimable aporte al arte y la cultura del país.
Así termina un capítulo doloroso en la historia artística de Mmakgabo Helen Sebidi, marcado por la pérdida y el redescubrimiento de sus obras olvidadas. Su viaje excepcional, marcado por la fuerza de su talento y la profundidad de su compromiso artístico, sigue siendo un testimonio vivo de la creatividad y la resiliencia humana frente a la adversidad.