El 14 de abril de 2024, el cardenal Fridolin Ambongo fue objeto de un tratamiento polémico en el aeropuerto internacional de N’djili, lo que generó indignación y perplejidad entre los fieles de la archidiócesis de Kinshasa y la población congoleña. En un comunicado de prensa de la Cancillería de la Archidiócesis de Kinshasa, se condenó en términos inequívocos el trato irrespetuoso hacia Su Eminencia.
Este incidente plantea interrogantes sobre las razones detrás de este trato discriminatorio hacia un alto dignatario de la Iglesia. Siendo miembro del C9, el cardenal Ambongo cuenta con un pasaporte diplomático que le otorga ciertos privilegios, sin embargo, se le negó el acceso a la sala VIP al llegar al aeropuerto.
La negativa plantea preguntas legítimas sobre las motivaciones detrás de este acto. ¿Podría estar relacionado con sus posicionamientos valientes y proféticos en la crisis política de la República Democrática del Congo? ¿La homilía de Pascua, en la que denunció a los actores involucrados en la crisis, habría incomodado a ciertos círculos de poder? Estas interrogantes deben abordarse ante este perturbador episodio.
El incidente en N’djili también abre el debate sobre la libertad de expresión y la independencia de las instituciones en la República Democrática del Congo, un país donde la sociedad civil y las disidencias a veces son silenciadas por los sectores en el poder. El hecho de que un alto dignatario religioso sea sometido a tal trato cuestiona la necesidad de garantizar los derechos fundamentales de todas las personas, sin importar su estatus.
En tiempos donde la democracia se encuentra en construcción en muchos países africanos, este incidente resalta la importancia de preservar las libertades individuales y el respeto a las instituciones. El cardenal Fridolin Ambongo, con su compromiso y valentía, personifica la exigencia de transparencia y justicia, pilares de una sociedad democrática y equitativa.
En resumen, el incidente en el aeropuerto de N’djili destaca los desafíos que enfrentan los defensores de los derechos humanos y la democracia en la República Democrática del Congo. Subraya la importancia de mantenernos vigilantes y defender valores como el respeto, la tolerancia y la libertad, fundamentos de una sociedad justa e inclusiva. El cardenal Fridolin Ambongo, por su dignidad e integridad, sigue siendo un ejemplo a seguir en la lucha por un mundo mejor.