Los días del pueblo fantasma en el Beni: un grito de desesperación ante la inseguridad

El 17 de abril, la ciudad de Beni, en la provincia de Kivu del Norte, se vio sacudida una vez más por las jornadas de ciudades fantasma, desencadenadas por la colaboración entre movimientos ciudadanos y grupos de presión. Este escenario ha sumido en la parálisis a varios distritos clave de Beni, como Kalinda, Ngongolio, Butsili, Ma Campagne, Kabalaka y Kangayembi.

Las calles estaban bloqueadas por barricadas y los comercios, tiendas y colegios permanecían cerrados. Solo unas pocas farmacias mantenían sus puertas abiertas. Estos barrios, considerados bastiones de protesta, fueron testigos de manifestaciones de jóvenes que impedían el paso de vehículos y maquinaria.

Por otra parte, a pesar de estas perturbaciones, tanto el mercado central de Kilokwa como el centro de la ciudad de Beni parecían estar relativamente tranquilos, con sus actividades desarrollándose con normalidad. El tráfico en el bulevar Nyamwisi, la arteria principal de la ciudad, fluía con normalidad y muchos comercios habían abierto sus puertas.

Sin embargo, un grupo de jóvenes disruptivos intentó agredir a los cambistas en el centro de la ciudad, generando un clima tenso. Las fuerzas policiales se desplegaron en áreas sensibles de la ciudad para garantizar el orden y la seguridad.

Estas jornadas de ciudades fantasmas decretadas por la Sinergia de movimientos ciudadanos y grupos de presión en Beni tienen como objetivo denunciar los constantes ataques de los rebeldes de las ADF en la región, que han sembrado el temor entre la población local y han creado un ambiente continuo de inseguridad.

Esta situación en Beni pone de manifiesto una vez más los desafíos que enfrenta la población local, marcada por la violencia y la inestabilidad provocada por los grupos armados activos en la región. Es crucial que las autoridades se comprometan a asegurar la protección de los civiles y a trabajar por la estabilización de la zona, para permitir que los residentes vivan en paz y dignidad.

En este contexto difícil, la solidaridad y la movilización ciudadana son fundamentales para hacer frente a los desafíos humanitarios y de seguridad que enfrenta la región de Beni. Los días de ciudad fantasma representan un llamado de auxilio y una invitación a la acción para poner fin a la violencia y la impunidad que azotan la región.

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