La expulsión reciente de tres diplomáticos franceses de Burkina Faso por supuestas «actividades subversivas» ha generado tensiones entre los dos países desde la llegada al poder de los militares en 2022. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Burkina Faso declaró a estos diplomáticos persona non grata, exigiéndoles abandonar el país en 48 horas.
Aunque los detalles de las acusaciones no están claros, se cree que la interacción de los diplomáticos con actores sociales y medios locales causó malestar al gobierno. Esta medida se suma a la detención domiciliaria de cuatro funcionarios franceses acusados de espionaje, evidenciando las dificultades en las relaciones franco-burkinesas.
Estas disputas podrían debilitar la presencia de Francia en la región y aislar a Burkina Faso internacionalmente. Destacan la importancia del diálogo y la diplomacia para evitar conflictos. Es fundamental construir relaciones basadas en confianza y respeto mutuo para superar las diferencias.