En un esfuerzo conjunto por abordar la persistente situación de conflicto armado en el este de la República Democrática del Congo, las iglesias católica y protestante de la región se han comprometido a trabajar unidas. Durante un taller celebrado en Goma, los representantes religiosos expresaron su determinación de ofrecer esperanza a las comunidades afectadas por la violencia y la desesperación.
El arzobispo de la Iglesia Anglicana del Congo, monseñor André Georges, hizo hincapié en la importancia de la unidad entre las iglesias para brindar un rayo de esperanza a aquellos que sufren en medio de la guerra. Destacó que es mediante la unión y la acción colectiva que las iglesias pueden marcar la diferencia y contrarrestar la desesperanza que a menudo paraliza los esfuerzos positivos.
Asimismo, el arzobispo protestante recordó que Dios es universal y su amor no conoce fronteras religiosas. Por lo tanto, considera que las iglesias tienen la responsabilidad divina de promover la paz y la reconciliación en la región. Su compromiso colectivo se presenta como una posibilidad real de generar cambios significativos.
Con la intención de fortalecer su compromiso, las iglesias católica y protestante planean realizar talleres específicos en diversas zonas del este de la República Democrática del Congo. Su meta es movilizar a las comunidades para luchar unidas contra la guerra y sus devastadoras repercusiones.
En resumen, la iniciativa conjunta de las iglesias católica y protestante en el este de la República Democrática del Congo refleja un firme deseo de participar activamente en la búsqueda de soluciones duraderas para poner fin al conflicto armado. Su llamado a la unidad, la acción colectiva y la responsabilidad individual es un paso significativo hacia la construcción de un futuro mejor para todas las comunidades afectadas por la violencia.