Levi Mbuta ha sido elegido como presidente de la asamblea provincial de Kinshasa en unas elecciones que estuvieron marcadas por tensiones y desafíos. A pesar de haber sido inicialmente pospuestas debido a limitaciones financieras, la votación finalmente se llevó a cabo bajo la presión de ciertos funcionarios electos que insistieron en respetar el calendario establecido.
Durante la sesión plenaria presidida por el primer secretario de la asamblea provincial de Kinshasa, Daniel Iyeli, Levi Mbuta, perteneciente a la Unión Sagrada dentro de la agrupación 4AC, se alzó con la presidencia venciendo a Jesús Noel Sheke, quien era candidato independiente. Esta elección subraya el fuerte respaldo que recibió la Unión Sagrada, reafirmando su influencia y popularidad dentro de la asamblea provincial.
La diversidad de los funcionarios electos también quedó reflejada con la elección de Germaine Tshinyama Mpemba, del ANB, como vicepresidenta, lo que proporciona una representación equilibrada en la dirección de la asamblea provincial. Además, los cargos de relator y relator adjunto recayeron en André Nkongolo Nkongolo, del grupo político AFDC-A, y en Clauvis Samba, del MLC, respectivamente. Estas designaciones muestran la voluntad de diversificar perfiles y afiliaciones políticas dentro de la asamblea.
Por otra parte, el partido presidencial, la UDPS, consiguió el puesto de cuestor mediante Sócrates Mubengaie. Esta victoria posiciona a la UDPS en un lugar prominente dentro de los órganos directivos de la asamblea provincial, fortaleciendo su influencia política en la región.
Levi Mbuta, en su nuevo rol como presidente, se compromete a convertir la asamblea provincial de Kinshasa en una institución local dedicada al servicio de la población. Su visión de fomentar una gobernanza transparente y participativa muestra su intención de fortalecer la relación entre los funcionarios electos y los ciudadanos, y de colocar el interés público en el centro de sus acciones.
En resumen, la elección de Levi Mbuta como presidente de la asamblea provincial de Kinshasa representa un momento crucial en la vida política de la región. Al combinar diversidad, compromiso y transparencia, los funcionarios electos han manifestado su predisposición a establecer una gobernanza responsable e inclusiva en aras del desarrollo y bienestar de la población.